Los mensajes de Dios

Casi todos buscamos desesperadamente oír la voz de Dios y escuchar lo que él quiere para nosotros. La pregunta importante que surge en esta situación no es cómo habla Dios sino ¿Estoy dispuesto a seguir lo que dice a pesar que eso contradice mis deseos (léase caprichos)?

La respuesta a esta pregunta determina por qué algunos dicen que escuchan a Dios y les va bien en su vida y otros por qué siguen buscando hablar con él y continúan llevando una vida de sufrimiento.

Desde mi punto de vista como investigador del pensamiento humano, traté en varias ocasiones de definir lo que es Dios. Lamentablemente desde niño me enseñaron que yo era una imagen y semejanza de él, pero mi pequeño cerebro de niño lo entendió literalmente, es decir buscaba ver a Dios como otra persona que me hablara y me tocara o abrazara para sentir su amor y ayuda.

Esta clase de percepción de Dios hizo que me sintiera muy alejado de la Fuente Divina y muy solo. Luego entendí que gran parte de la humanidad posee este mismo concepto sobre Dios o el Poder Superior y tienen la misma sensación de soledad que yo tenía.

Hablar de Dios o definirlo es como hablar de la Muerte. La gente habla mucho de ella y hasta le tienen miedo, pero ninguno la ha experimentado para contarla. Entonces ¿cómo puedo yo decir que he hablado con Dios o al menos me comunico con él?

Desde mi punto de vista como Investigador del Pensamiento Humano, Dios es la Vida misma. En otras palabras Dios es un Gran Océano y cada uno de nosotros y las cosas que existen son gotas de ese Gran Océano. Si repasas la entrada MI LUGAR EN EL MUNDO, podrás comprender que todos en realidad estamos conectados y lo que hagas o dejes de hacer ayudará o perjudicará a otros, retornando esa acción más adelante hacia ti mismo.

Si podemos comprender la Vida de esta forma, es cuando nos damos cuenta que no estamos atados a un destino caprichoso o a la influencia de la buena o mala suerte, sino que somos nosotros los que creamos nuestra realidad y destino con cada decisión que tomamos en cada instante, pues la Vida está llena de elecciones cada segundo.

A veces la Vida parece que insiste en que realicemos algo y pasamos desapercibido el mensaje, repitiendo la misma historia una y otra vez. Por ejemplo la persona que se casa muy enamorada y tiene unos ideales de vida, pero pasado el tiempo se da cuenta que esa persona con la que formó un nuevo hogar no era lo que ella buscaba. Decide terminar con dicha relación ya sea separándose o divorciándose y termina con una nueva persona exactamente con las mismas características que la anterior.

Por supuesto esta se separa o divorcia nuevamente  y ¿adivina con quien terminará nuevamente casado? O la persona que deja un trabajo porque la empresa para la cual trabaja abusa de él o ella o le pagan muy poquito y termina bajo las mismas circunstancias pero en otro sitio. O también la persona que esta de deudas hasta el cuello y sigue buscando más para pagar las anteriores o lo que se conoce como abrir huecos para tapar otros huecos.

Una de las características de una mente enferma de Neurosis es que siempre intenta explicar todo. No lo razona sino que lo explica y la respuesta más cómoda que se nos ocurre es que en ese momento tenemos mala suerte o nos está atacando el Diablo o hicimos algo malo y Dios nos está castigando y nos vamos corriendo a realizar rituales para cambiar nuestra mala suerte o vamos a la Iglesia a ver que nos receta el líder.

Haciendo un paréntesis, personalmente no estoy a favor o en contra de las personas que utilizan rituales mágicos para cambiar sus vidas y controlar la suerte. Esto para mí, como científico, funciona como un símbolo de cambio para mí mismo. No para los demás.

En otras palabras si yo tengo problemas con mi pareja y acudo a un ritual para acercar a mi pareja, el ritual no va a afectar a la otra persona que no sabe nada de lo que estoy haciendo. Pero si afecta mi cerebro automático o mente subconsciente, el cual controla mis emociones y esta al cambiar pues cambian mis actitudes hacia la persona que amo. Al cambiar mis actitudes hacia esta persona, lógicamente la otra persona cambará conmigo.

Trata bien a alguien y te tratará bien. Critica a alguien y te criticará. Expone a una persona y ella te expondrá a ti. En ese sentido comprendo yo funciona un ritual para cambio personal.

Si yo estoy en una situación repetitiva, por ejemplo cambio de trabajo y siempre vivo lo mismo, es evidente que el problema no es el trabajo, ni la nueva empresa. El problema soy yo y mi enfermo sistema de pensamiento que me lleva siempre al sufrimiento.

Entonces en vez de mirar las cosas que pasan como problemas, ¿por qué no me detengo un tiempo y escucho el mensaje que me quiere dar la Vida o Dios? Lamentablemente hacer eso cuesta y ¡mucho!

Es muy difícil decir “me equivoqué”, “no sé”, “no tengo la razón”, “me quedó grande”, por algo que en la luna europea se le conoce como Orgullo. (europa o luna europea es un término acuñado en este blog para hacer referencia a unos supuestos habitantes de una de las lunas del planeta Júpiter llamada Europa. Esto con el fin de no “descobijar a nadie” o que ninguna persona se sienta aludida por los temas aquí expuestos).

Culpar a otros es una solución muy cómoda ante la Vida, pero muy enferma pues no me permite hacer cambios, sino que espero que otros los hagan. Esto también es conocido como expectativas. Si tú quieres vivir jodidamente “feliz”, ten expectativas sobre otras personas o situaciones.

Esto no quiere decir que jamás se deban tener expectativas. Yo tengo expectativas sobre mis cambios personales, sobre mi control de emociones. Nunca sobre un negocio, situaciones, clima,  personas o la misma Vida. Tú no puedes controlar por ejemplo si se te da un negocio o no, pero si puedes controlar lo que piensas sobre si el negocio se da o no se da. Tú haces tu parte y si no se dio, no es necesario entrar en enojo o frustración por eso. Igual no era el único. La Vida siempre nos está dando nuevas oportunidades e incluso de eso que llamamos fracaso, podemos iniciar algo mucho mejor de lo que estábamos buscando si aprendemos a seguir los mensajes de la Vida.

Si estás en una situación crítica, no debes tomar decisiones rápidas pues las cosas se pueden complicar más. Si tu cerebro está frustrado, tus decisiones serán frustradas, es decir te llevarán a más frustración. Lo que debes hacer es calmar tu cerebro, dejar de pensar en el problema. Muchos me escriben preguntando cómo es posible hacer eso si el problema está allí, latente. Que es imposible dejar de pensar en él.

Yo respondo que es práctica. Si tú no disciplinas tu mente, ¿cómo pretendes que te ayude en momentos de dificultad? No esperes a estar en un problema grave para comenzar a meditar. Meditar es dejar de pensar p____jadas. Dejar de hacer juicios enfermos sobre las cosas. Es pensar bien y mirar el punto de vista positivo de todo. De esta manera, si habitúas tu cerebro a esta condición, si lo entrenas todos los días aunque sean unos minutos diarios, tú comenzarás a ver las soluciones que vienen desde tu interior en forma de emociones o ideas. Esto es posible porque si recuerdas la definición de Dios que di arriba, tú también eres una gota de ese Océano. Formas parte de él y por lo tanto tienes también el mismo Poder Creador de la Vida.

Imagínate esto, tu Poder Interior con solo un intento y la unión de un esperma y un óvulo, formo tu maravilloso cuerpo que se repara solo. Si tienes una enfermedad se defiende. Si te cortas se auto repara sin que tengas que hacer nada. Si comes hace la digestión sin que tengas que ordenarlo. Entonces tu Poder Superior que también está en ti te ayudará a solucionar lo que consideras imposible.

Pero tienes que permitirlo y eso solo es posible con la meditación o silencio mental.

Si deseas escuchar los mensajes de la Vida, simplemente obsérvate. Que es lo que no te gusta y que te agrada. Mira que debes cambiar. Investiga cómo hacerlo. Lee. Infórmate. Edúcate. Si intentamos recordar nuestra vida desde niños, hemos visto muchas personas que se han ido de esta Vida. ¿Y qué han hecho? ¿Qué hicieron con sus vidas? ¿Criticar y no hacer nada? ¿Quejarse? ¿Morirse enfermos y pobres?

Jamás permitas que otros determinen el camino que debes seguir. No seas un fracasado porque otros fracasan. Inténtalo una y otra vez hasta que lo consigas y sobre todo escucha lo que la Vida quiere para ti y tu cambio personal.