Retoma el control de tu vida. Estrategias efectivas para el control emocional

lunes, 16 de agosto de 2021

La envidia como instrumento de infelicidad



La envidia como instrumento de infelicidad

El RAE define la envidia como tristeza o pesar por el bien ajeno. 


En esto, la doctora Melanie Klein hizo un aporte bastante importante en la definición de esto. 


Ella definía la envidia como un sentimiento destructivo, en el cual, si la persona que envidia no puede poseer, entonces va a destruir. 


Esto es muy común verlo en el ámbito de la política. 


Digamos que un personaje de estos está trabajando por la comunidad y ha estado haciendo las cosas bien. 


Su contrincante que siente envidia por el poder, va a hacer todo lo posible por dañar su imagen, destruirla. 


Así esto implique dañar el bien que se ha hecho a muchas personas favorecidas. 


En otras palabras, la envidia es un sentimiento enajenador. 


Es decir que puede provocar hasta la locura por querer quedarse con eso que tiene la otra persona. 


Esto hace que nos surja la pregunta, si los celos y la envía vendrían siendo lo mismo. 


Podemos decir que los celos los padece la persona que los siente. 


La persona que es objeto de celos puede ignorar los sentimientos del celoso. 


Quizás ni se dé cuenta que la otra persona le está ardiendo su comportamiento. 


En cambio, la persona que envidia, puede llegar a obsesionarse con hacerte daño. 


Recuerda que el objetivo de una persona envidiosa es destruir sino puede obtener algo que tú has hecho. 


Para hacer un resumen, si tuvieras que elegir entre tener una persona al lado envidiosa o celosa, definitivamente es preferible aguantarse a un cansón(a) celosa. 


También se podría decir que la envidia en cierto punto es una admiración, pero enfermiza. 


Finalmente, por algo el envidioso, desea conseguir o hacer lo que su objetivo ha realizado. 


¿Y adivina con que estructura mental tiene que ver con la envidia? 


Si tu respuesta es el Ego, estás totalmente en lo correcto. 


Recuerda que el Ego es la estructura que nos mueve hacia el merecimiento. 


Ver que una persona logra lo que tú aun no has podido hace que te salten emociones negativas en tu cuerpo. 


Ante este sentimiento de pérdida insoportable, desarrollamos mecanismos como infravalorar la ventaja de otros. 


Mentalmente decimos eso no es para tanto, o se cree la gran cosa, etc. 


Otro mecanismo es intentar “triunfar” en otra área donde esa persona no ha tenido éxito. 


Y finalmente podemos llegar a la agresión física o psicológica. 


Incluso hay una anécdota cuando Edison dio por vez primera una demostración de su fonógrafo. 


Cuanto terminó la presentación, el académico francés, Jean Bouillaud, de 82 años salto de su asiento al cuello de la persona que lo estaba manipulando. 


Diciendo que eso era falso, un truco de ventriloquía, etc. 


Solo le faltó decir que eso era del demonio. 


Respecto a esto, hace más de 20 años conocí a un par de hermanas bastante atractivas. 


Yo me conocí primero con la hermana menor de estas. 


Nos gustamos y después de un par de semanas comenzamos a salir. 


Pasado un tiempo, esta señorita me invitó a su casa a conocer a sus parientes. 


Allí fue cuando conocí a la hermana mayor, la cual definitivamente me encantó. 


Y pues supongo que yo también le gusté pues notaba que me miraba de forma muy especial. 


En cierta oportunidad en que por un instante me quedé solo con la mayor, esta se me acercó a hablar amablemente. 


Y casi que, a la velocidad de la luz, la hermana menor llegó a “marcar territorio”. 


Es como si no quisiera que su hermana le fuera a quitar a su “nuevo amigo”. 


Yo me sentía fatal, pues ¿cómo era posible que fuera de visita a la casa de la chica que me gustaba y terminara encantado con su hermana? 


Tampoco puedo acabar con la familia. 


Pasado un tiempo, finalmente no se dio ninguna relación seria con la hermana menor. 


Y pues me quedó el camino libre para caerle a la mayor. 


No en realidad muchos años después, me contacté por redes sociales con la mayor. 


Me dijo que le enviara una foto de cómo estaba en la actualidad y se la envié. 


No sabía que las hermanas estaban reunidas en la misma casa, pues se suponía que la menor ya estaba casada y tenía una vida muy exitosa. 


Esta hermana mayor me confesó días después que su hermanita al ver que yo tenía contacto con ella, le “restregó” que años atrás cuando salíamos yo estaba super enamorado de ella. 


Por supuesto, esto hizo que la mayor se sintiera fatal, pero me hizo entender que la menor, había estado envidiosa del “éxito” de su hermana. 


Muchos años después de este evento, tuve la oportunidad de reencontrarme cara a cara con la mayor. 


Y me atreví a decirle algo sobre este evento y lo que había notado de su hermanita. 


Intenté ser muy discreto al decírselo, pero para sorpresa mía, me confesó que no era la única persona que se lo había dicho. 


Otras personas muy cercanas ya le habían mencionado este tema. 


Mi amiga me preguntaba que como era posible si su hermanita era hermosa, tenía un hogar ejemplar y una economía bastante fuerte. 


Le dije que lo más probable era que su hermanita no era feliz, a pesar de todo “eso” que tenía. 


A manera de resumen, mi amiga es una persona muy táctica para vivir. 


Es organizada, trabaja por lo que quiere conseguir y sobre todo es feliz con lo que tiene. 


Exactamente esa capacidad de ser feliz con lo que tiene es lo que su hermanita tristemente siente envidia. 


Y no se trata de una enemistad entre hermanas. 


Puedo dar fe plena que ambas se aman con todo el corazón. 


Pero lamentablemente la menor no es consciente de sus emociones y no sabe cómo procesar de forma óptima eso que siente. 


Lamentablemente esto es el común denominador en la humanidad. 


Los seres humanos no sentimos tanta envidia por lo que otros tienen y nosotros no hemos podido tener. 


Sino por la felicidad que vemos en ellos, sea cual sea lo que la esté provocando. 


Mira, yo he visto como despotrican de una pareja, aunque no tengan sino lo básico, simplemente porque son felices caminando de la mano en la calle. 


Hay que ser sinceros con nosotros y aceptar que el 99.999999999% de la humanidad es infeliz. 


No estamos conformes con nuestra vida. 


Es por eso que anhelamos o más bien envidiamos cualquier atisbo de felicidad en alguien. 


Así pues, quiero animarte mediante esta información a prestar mucha atención a la felicidad que tienes al frente y no en la felicidad de terceros. 


Probablemente en un futuro, miraremos este instante y nos daremos cuenta que en realidad lo teníamos todo y no supimos disfrutarlo.

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lunes, 9 de agosto de 2021

La importancia de la honestidad en las relaciones



La importancia de la honestidad en las relaciones

La honestidad es una palabra que proviene del término latino honestĭtas y hace referencia a toda persona que es decente, decorosa, razonable, justa, etc. 


Dicho en términos más “profanos” la honestidad es una cualidad humana que consiste en comportarse y expresarse con sinceridad y coherencia. 


Y sobre todo respetando los valores de la justicia y la verdad. 


Lo más importante es que la honestidad JAMAS se puede basar en los deseos propios. 


Por ejemplo, nadie puede omitir información para su beneficio y ser considerado honesto. 


Lamentablemente el mundo hoy como lo conocemos, le falta mucho honor y practica la “honestidad” de esta forma, a su conveniencia. 


Así pues, la honestidad va de la mano con el honor. 


Si una persona no tiene honor, jamás será honesta y viceversa. 


Y el primer paso para tener honor, es tener un valor y amor profundo por uno mismo. 


Tristemente la educación actual está basada en resultados y no en valores propios. 


Si observas, nuestros abuelos fueron personas con mucho honor. 


Su palabra era ley. 


Los negocios los hacían mediante acuerdos verbales. 


Cosa que hoy en día no se puede hacer pues es muy difícil encontrar una persona que se haga responsable de sus palabras. 


Todo tiene que quedar por escrito e incluso grabado en medios digitales. 


Si en los negocios hay falta de honor, digamos que en las relaciones románticas es peor. 


No he conocido la primera persona que no se queje de la falta de honestidad en este aspecto. 


Por lo general, vivimos desconfiando de todo y todos y tenemos “cuidar” a nuestra pareja, como si fuera un niño. 


Aquí es donde muchas relaciones se deterioran pues vienen las imposiciones sobre la otra persona. 


Cosas tales como, no te vistas de esta forma, no me gusta que hables con x persona, también no practiques ese deporte, etc. 


La desconfianza hace que nos comportemos como los padres de nuestra pareja, dándole autorización para que también nos coarte la libertad. 


Perdóname, pero ¿una relación así te parece sana? 


¿Te gustaría vivir cuidando y angustiado para que tu pareja esté bajo tu control? 


Yo creo que hay que ser amante del dolor emocional como para responder afirmativamente a esa pregunta. 


Respecto a esto, hace pocos días, hablando con una amiga, me sorprendió una historia que me contó sobre su pareja. 


Como siempre, toda pareja que convive, tiene sus temporadas de desdichas. 


La rutina y el verse cada día hace que las personas quieran salir de todo esto y experimentar nuevas situaciones. 


Mi amiga comenzó a notar en su pareja micro cambios que le indicaban que algo andaba mal. 


De hecho, esto es bastante común cada día, pero nuestro miedo a “perder” a nuestro cónyuge hace que miremos para otro lado. 


No queremos enfrentar las situaciones y por eso damos el aval para que la infidelidad se pueda producir. 


Ella por supuesto no se aguantó y le pregunto a su pareja si le pasaba algo pues lo notaba muy raro. 


Lo curioso es que este hombre le confesó que efectivamente le pasaba algo y le estaba gustando alguien más. 


Mi amiga dice que se sintió fatal, pero le permitió seguir expresando sus sentimientos. 


Él decía que la amaba y por eso se sentía mal, al estar atraído hacia otra chica. 


Curiosamente, el expresar ese sentimiento que lo estaba angustiando hizo que perdiera el interés en aquel “romance” prohibido. 


Y es lógico pues los seres humanos amamos lo prohibido. 


Cuando soltamos o más bien hablamos nuestras emociones con alguien de confianza, dejan de ser atractivas, pues pierden su estado prohibido. 


Normalmente nosotros nos quedamos callados ante estas situaciones por miedo a “lastimar” a la otra persona. 


En realidad, no lo hacemos por la otra persona, sino por miedo a que nuestro ego salga lastimado. 


Tenemos arraigada la creencia que, si decimos la verdad, vamos a pasar por deshonestos. 


Y es doloroso para nuestro ego perder esa imagen de personas intachables ante alguien tan importante como lo es nuestra pareja. 


Incluso, así nos estén mostrando pruebas de las cosas que hemos hecho, nosotros negamos rotundamente como si la otra persona estuviera loca. 


De hecho, así se siente una persona que te confronta y tú le estás negando hasta la muerte, lo que acabas de hacer. 


La deshonestidad no hace distinción de género. 


Esto es porque depende del valor propio y esto es algo que se aprende desde niños, independiente del sexo o raza. 


Si observas el ejemplo anterior, la pareja de mi amiga libró sus emociones y esto hizo que se fortaleciera la confianza de pareja. 


Esto es lo que hacen dos verdaderos amigos, decir las cosas con franqueza. 


Lamentablemente muy pocas parejas son amigos. 


Hombres y mujeres se dedican a cultivar el romanticismo, pero no su conexión humana. 


Es por eso que la mayoría de relaciones románticas fracasan. 


El romanticismo es una cuestión biológica. 


Nuestro cuerpo produce feromonas que se esparcen por el aire con el fin de estimular un comportamiento específico en otros individuos. 


El objetivo de nuestro cerebro es la conservación de tu vida y de la vida en general. 


A tu cuerpo y tu cerebro no les interesa si están bien o no con una persona. 


Simplemente el objetivo de la biología es conservar la especie. 


Pasado un tiempo (que vienen siendo aproximadamente 2 años) estas sustancias dejan de ser producidas por tu cuerpo. 


Ya estás con esa persona al lado y dejó de ser un desafío para ti. 


Y así es que te comienzan a gustar nuevas personas, por muy casado que estés. 


Es por eso que el doctor Luis Fernando Hoyos Aristizábal decía que el “amor eterno” duraba 2 años aproximadamente. 


Así que quiero animarte, mediante esta información, a cultivar tu conexión humana antes que la romántica. 


El romanticismo en algún momento se normalizará, en cambio la amistad será para el resto de la vida.

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lunes, 2 de agosto de 2021

El miedo como herramienta para lograr objetivos



El miedo como herramienta para lograr objetivos

Absolutamente todos hemos aprendido que el miedo es un enemigo interior que debemos vencer. 


Y este enemigo es bastante peligroso pues detiene nuestra marcha hacia los objetivos que deseamos. 


Por ejemplo, si tú quieres tener un trabajo mejor y “por allí derecho” ganar más dinero mediante esta labor el miedo comienza a atacarte. 


Aquí es donde vienen los “¿y cómo?”, “¿será que me va bien?”, “¿y qué tal si no?” que tanto nos atormentan. 


En estos momentos nuestro miedo nos hace echar mano del viejo dicho “mejor malo conocido, que bueno por conocer”. 


A la final nos detenemos. Nos quedamos allí esperando que llegue el angelito trajeado con la maleta y el millón de dólares a solucionarnos la vida. 


Y mientras tanto nos quejamos con todo nuestro circulo social que la vida es injusta y bla bla. 


El problema es que muchas veces nuestro miedo hasta nos impide ser estratégicos para este tipo de cambios. 


Es decir que nos lanzamos, quemando todos los puentes, pues no queremos regresar a lo que tantas desdichas nos ha producido. 


Esto es bastante peligroso y aquí debemos tomar muy en cuenta el consejo del doctor Luis Fernando Hoyos Aristizábal. 


Él decía que, en cuestiones laborales, una persona siempre tenía que aplicar la “estrategia del mico”. 


El mico o el mono, son animales que, para avanzar entre los árboles, JAMAS sueltan una rama, sin antes haber tomado la otra. 


Así que, como recomendación especial, si tu piensas cambiar de trabajo, NUNCA abandones el actual, sin antes haber firmado contrato con el nuevo. 


Es más, tampoco es recomendable cerrar las puertas donde has estado, pues nunca se sabe si te toca regresar. 


Esta estrategia pienso que es válida para todas las situaciones en la vida que impliquen relaciones con los demás. 


Jamás salgas de pelea con nadie, donde has estado. 


Esta Vida es bastante irónica y muchas veces tocará regresar con las orejitas agachadas. 


Respecto a todas estas limitaciones que nos impone nuestro enemigo interior, muchos estudiosos de estos temas proponen una anulación del miedo para lograr lo que deseamos. 


Lamentablemente no podemos sustraernos del miedo, pues es una emoción natural. 


Es como decir que vamos a prescindir de la felicidad y nos vamos a dedicar a quedarnos serios. 


El miedo, al ser una emoción natural en nosotros, tiene como objetivo protegernos de lo nuestro cerebro considere peligroso para nuestra vida. 


Un bueno uso del miedo es por ejemplo mi belonefobia. 


Desde que tengo uso de razón he tenido un pánico exagerado por las agujas. 


Y como lo mencioné anteriormente en la entrada LAS ENFERMEDADES COMIENZAN Y TERMINAN EN LA MENTE, gracias a esta fobia jamás me volví a enfermar. 


Hace más de 21 años que no sé qué es una enfermedad, ni siquiera un malestar mínimo. 


De hecho, hace como unos 15 años atrás, hablando con una amiga sobre estos temas me llegó a “amenazar”, que cuando me enfermara me iban a llegar todas. 


Y pues véanme aquí con mi salud totalmente óptima. 


Pero resumiéndote el cuento, inconscientemente para mi sale más “rentable” estar sano que enfrentar el miedo a las agujas. 


Incluso esta es la razón por la cual soy tan obsesivo con mi higiene bucal y cada 3 meses estoy donde mi odontólogo. 


No quiero tener que pasar por un proceso de esos y menos tener agujas en mi boca. 


Otro caso de “éxito” del buen uso del miedo fue el de un señor que conocí hace muchos años. 


Este señor era el arrendatario de una casa donde yo viví. 


Su historia incluyó desplazamiento forzado del sitio donde vivía, gracias a la violencia. 


Cuando llegó a la ciudad, él y su familia pasaron mucha hambre. 


En la actualidad este señor tiene una economía bastante fuerte y es un hombre muy hábil en los negocios. 


No solo tiene un negocio, sino varios. 


Y cuando me contó su historia, concluyó que él era muy precavido con el dinero y las inversiones, pues tenía miedo de volver a pasar hambre. 


De hecho, si observas cuidadosamente, la gran mayoría de personas exitosas con el dinero, han pasado por necesidades previamente. 


Inconscientemente el miedo que sienten a volver a lo mismo, hace que se superen cada día más. 


Si notas estos dos ejemplos, existe un patrón en el cual nuestro inconsciente negocia con nuestras capacidades lo “menos” perjudicial. 


Y puede que en este momento me preguntes, “pero Gabrielito lindo, yo llevó años en una situación que no me gusta y no he podido cambiar. ¿Cómo puedo hacer uso del miedo a mi favor?”. 


Bueno, debes tener presente que, si dicha situación no es de vida o muerte para tu cerebro, allí vas a estar por siempre jamás amen. 


No sé si has llegado a escuchar la historia del perro perezoso. 


A manera de resumen, un forastero habla con un granjero, porque a su lado está un perro echado. 


Este perro siempre se levanta, chilla y luego vuelve a acostarse. 


Este ciclo lo repite infinitamente, y en la charla el forastero le pregunta porque hace esto. 


El granjero responde que el perro, donde está echado, tiene una pequeña puntilla. 


Es tan perezoso que no se quiere mover a otro lado para estar cómodo. 


Así que la puntilla lo incomoda lo suficiente para chillar, pero no mucho para hacer algo como cambiarse de sitio. 


Si tú vivencias una situación que te produce incomodidad, pero no la suficiente como para ponerte en riesgo, seguramente te quedarás allí esperando que alguien venga a salvarte. 


En general, a nosotros nos motivan dos cosas que son el miedo y el dinero. 


Si por ejemplo yo te digo, vamos a barrer la calle y dejarla limpia. 


Seguramente me dirás muchas excusas como “para qué si la van a ensuciar” o “que voy a meterme de lambón a hacer eso, la gente es malagradecida”, etc. 


Si te digo que te voy a dar un millón de dólares o alguien te amenaza de muerte, seguro las excusas van a desaparecer. 


Es triste que nos hayamos acostumbrado a funcionar de esta manera. 


Es por eso que a nivel general el ser humano vive mal y sobre todo no es feliz. 


Deja todo para lo último, que la vida resuelva situaciones por él, con resultados que no necesariamente le van a gustar. 


Así que quiero animarte, mediante esta información a usar una emoción como el miedo a tu favor. 


La naturaleza no se equivocó al darnos una emoción como el miedo, simplemente debemos aprender a usarlo a nuestro favor.

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lunes, 26 de julio de 2021

El hábito que más aleja el Dinero



El hábito que más aleja el Dinero

En una encuesta que se realizó en Estados Unidos y México, por parte del Centro Giordani hace ya varios años, se les preguntó a las personas sobre cuál era su área de mayor problema entre la salud, el dinero y el amor. 


Un 10% de las personas encuestadas afirmaba que su problema mayor era con la salud. 


Otro 10% respondieron que era el amor. 


Sin embargo, un increíble 80% de personas encuestadas afirmó que el dinero era un área que les generaba mucho malestar. 


Y si analizamos estos datos, un 80% de personas que se quejen sobre lo mismo no puede ser casualidad. 


Algo deben estar haciendo mal estas personas, para que las cosas no funcionen bien en un área tan importante de nuestras vidas. 


Como ya hemos visto anteriormente, el dinero es más que un objeto. 


Este tiene que ver mucho con nuestras creencias y la relación que formamos desde niños con él. 


Por ejemplo, si en tu casa el dinero era un impedimento para disfrutar de algo, aquí formaste una relación negativa hacia el dinero. 


Y puede que tú me digas en este momento, “pero Gabrielito lindo, yo ni siquiera recuerdo que se decía en mi casa sobre el dinero.” 


Este tipo de cosas posiblemente ocurrieron estando muy pequeño. 


Pero el psicoanálisis define la vida de un infante como un ser pensante, aunque inconsciente. 


Tu pequeño cerebro procesa absolutamente todo, y aunque no seas consciente en esos momentos, dicha información queda grabada en tu sistema nervioso en forma de emociones. 


Así que es imposible sustraerse ante la información que recibas en tu infancia. 


Especialmente la información que recibimos en esta etapa, forma nuestra personalidad de adultos. 


¿Puedes ir comprendiendo, por qué, a pesar de no recordar mucho esta etapa, en tu vida de adulto se presentan problemas con el dinero? 


Es como si este fuera una energía inteligente que no quiere estar con nosotros y se nos escapa de las manos. 


Y efectivamente por aquí comienza el segundo problema con el dinero. 


El 99% de las personas vemos el dinero como un objeto. 


Y esto es lógico pues durante toda nuestra vida vemos que con él podemos comprar diferentes artículos para hacer nuestra vida más agradable. 


Pero también vemos como nos negó y nos ha negado realizar muchas otras cosas. 


En realidad, el dinero es un símbolo, una representación de lo que podemos hacer por otras personas. 


Digamos que tú trabajas en un almacén de cadena como cajero. 


El trabajo que realizas no se te paga porque seas atractivo(a), porque sonrías muy lindo o porque el uniforme te queda muy bien. 


Estás realizando una labor que en este caso es el recaudo del dinero que entregan las personas como compensación al producto que se llevan. 


Ellos a su vez obtuvieron ese dinero que te están entregando como símbolo de una labor que hicieron previamente. 


Así pues, tu dinero, eso que simboliza tu labor en dicho almacén, también en algún momento se lo entregarás a otra persona o entidad para llevar más bienestar a tu vida. 


Las relaciones comerciales humanas se han llevado toda su historia de esta forma y todo comenzó con el famoso trueque. 


Donde las personas intercambiaban por ejemplo frutos por pieles y muchas otras cosas más. 


Para que la persona tuviera esos frutos o lo que fuera a cambiar por lo que necesitara, tuvo que realizar una labor para obtenerlos. 


Esa labor fue representada en el bien que obtuvo y que va a intercambiar con otra persona. 


El concepto del dinero lo único que nos facilitó fue ser más livianos a la hora de intercambiar una cosa por la otra. 


Pero este concepto de dar y recibir es legendario. 


Muchas personas se han preguntado ante los problemas de dinero, si debería imprimirse más. 


El problema con esto es que, si imprimimos dinero de la nada, como por arte de magia, este, automáticamente perderá su valor. 


Esto es lo que se conoce en economía como la devaluación del dinero. 


Imagínate por un momento que hay demasiada circulación del dinero para que todos tengan como comprar. 


Las personas pueden comprar muchas cosas y estas comienzan en algún momento a escasear. 


Los artículos suben demasiado de precio con el fin de equilibrar la escasez. 


Mucha gente da grandes cantidades de propina por ejemplo a quien cuida su auto. 


Y no es porque no lo merezca, pero a nivel general se va generando una pérdida del valor del dinero, ya que este abunda por todas partes sin haberse generado por la labor de alguien. 


Como puedes ver, la solución a un problema económico no es la impresión del dinero, sino la producción o labor que hagan las personas para generarlo. 


Es por eso que, en las crisis económicas, las personas que se quedan esperando a ver que hacen otros por ellos, tienen bajas probabilidades de salir de ese caos. 


En cambio, muchos otros se vuelven ricos, debido a que se dedican a producir ideas para captar dinero. 


Pero aquí viene un tercer y verdadero problema con el dinero. 


En su totalidad, las personas están buscando solo hacer una labor y obtener dinero por ello. 


No están pensando en el servicio que hacen hacia los demás. 


Es por eso que tú ves gente trabajando 14 o más horas en el día para ganar solamente un salario mínimo legal. 


Es como si entre más trabajo duro hicieran, menos dinero reciben. 


Aquí podemos pensar, pero los empresarios son injustos, lo gobiernos, la vida, etc. 


El peor rol que podemos llegar a tomar en la vida es el de la victimización. 


Si somos víctimas, nos vamos a quedar allí esperando que alguien nos salve. 


Es por eso que muchas veces he recomendado en este blog, que si quieres dinero NUNCA, JAMAS, trabajes para gente pobre. 


Si no tienes más opción por el momento toma lo que tienes a la mano y trabaja, pero NUNCA, JAMAS te quedes allí para luego quejarte. 


Míralo como una solución temporal pero no vayas a hacer como las “medidas provisionales” que tomamos los seres humanos y que a la final terminan siendo medidas eternas. 


Como una vez lo definió mi hermano mayor, el dinero es como las mujeres bonitas. 


A cada rato le dicen cosas, halagos, les dan regalos, etc. 


Estas mujeres viven aburridas de tanta adulación que reciben. 


Vienes tú y le dices, “hola guapa”, de inmediato piensan “ahhh ya viene este otro a molestar” y se alejan de ti. 


Exactamente esto pasa con el dinero. 


Entre más lo persigas, más se va a alejar de ti. 


Adicionalmente las personas empeoran su situación porque basan su economía en el crédito o préstamos en vez del ahorro. 


No existe mayor cosa que cause insomnio que una deuda. 


Viajes, vehículos y hasta comida fiada da la mayor intranquilidad que el ser humano pueda experimentar. 


En mi caso prefiero aguantarme unos días y ahorrar para después comprar con la tranquilidad que no le debo nada a nadie. 


A nivel personal yo perseguí el dinero por muchos años y este me dejaba en visto. 


En la actualidad ni le presto atención, y tú nunca me ves con problemas de dinero o asado como decimos en mi localidad. 


Lo veo como una herramienta para adquirir bienestar y como una consecuencia del servicio y amor que presto hacia los demás. 


Así que quiero animarte, mediante esta información a dar primero con amor, para recibir de la misma manera. 


Finalmente si buscas algo desesperadamente es porque careces de ello, y por lo tanto el Universo responderá a dicha emoción de carencia con más carencia.

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lunes, 19 de julio de 2021

Cuando la Vida nos persigue



Cuando la Vida nos persigue

Estoy convencido que todos hemos pasados por momentos tan difíciles que no podemos evitar mirar al cielo y preguntar “¿por qué a mí?”. 


La respuesta general que damos ante estos eventos desafortunados es el Karma. 


Esta es una palabra oriental, la cual hemos adoptado en occidente y se refiere a la energía que trasciende a partir de nuestros actos. 


En otras palabras, estaría hablando de un espíritu o ente de justicia y equilibrio, que nos entrega lo que previamente hemos dado. 


Pero si miramos esto desde el punto de vista de la ciencia moderna, son simplemente “tonterías”. 


Se considera que estas ideas solo tienen sentido en un marco de creencias sin fundamento empírico. 


En otras palabras, el Karma no está avalado por descubrimientos científicos. 


Lamentablemente esto también es una creencia y es parte de la soberbia del ego humano. 


Muchos de nosotros tomamos la ciencia como una religión más, en la cual, si una idea no tiene una mayoría de aceptación, entonces es falsa. 


El doctor Luis Fernando Hoyos Aristizábal decía que la gran verdad de hoy, por lo general es la gran mentira del mañana. 


Los seres humanos estamos cansado de declarar verdades absolutas como que la Tierra es el centro del Universo, etc. 


Y posteriormente tener que retractarse en público y hasta pedir perdón por las personas que “quemó” debido a la contradicción de estas “verdades”. 


Sin embargo, muchos de nosotros que somos “tan buenos”, hemos llegado a la conclusión que es injusto que nos pasen cosas malas, si somos seres tan puros. 


Nuestro ego humano siempre nos impedirá ver nuestros errores. 


Todos, absolutamente todos, cometemos errores hasta de formas que pasan desapercibidas. 


Y toda acción que tu realices, siempre viene acompañada una reacción del Universo. 


De forma general nosotros hacemos las cosas y creemos que estas nunca van a traer consecuencias. 


Y aunque otros nos digan “mira a fulano de tal le paso esto”, nosotros mentalmente ya tenemos el “eso no me va a pasar a mí”. 


También tenemos la firme creencia que la Vida es frágil. 


Que podemos hacer lo que queremos, pues tenemos “libertad absoluta”. 


Mira, no existe nada en este Universo más irónico que la Vida. 


Pensamos que podemos pasar impunes ante nuestros actos, pero la Vida siempre nos tiene preparada la factura. 


Ya sea de inmediato o con el paso del tiempo, pero siempre respondemos por nuestros actos. 


El problema de esto es que responderemos donde más nos importa. 


Es decir que no necesariamente esa factura será pagada por nosotros, sino por las personas que más amamos y nos duelen. 


Y esta puede ser la explicación al porque si una persona actúa bien, las cosas no necesariamente le salen igual. 


Respecto a esto, puede que nos surja la pregunta, sobre cómo liberarnos de una situación de estás en la cual realmente somos inocentes. 


No tendríamos por qué pagar los platos que otro rompió. 


Para esto recomiendan seguir 4 pasos que son: aceptarlo, tomar la decisión de trascenderlo, realizar un trabajo con tus emociones y finalmente compartirlo con tus parientes. 


El dialogar estas cosas con tu núcleo parental ayudará mucho a sanar las situaciones que puedan existir pendientes. 


Muchas veces estas situaciones se presentan porque si alguien nos hace X cosa, nosotros intentamos llevar a cabo nuestra propia justicia. 


Por naturaleza, llevamos un sentido de justicia e intentamos equilibrar la balanza ante las acciones de los demás. 


Con esto quiero decir que nadie está preparado para dar amor, si antes no se lo están dando. 


A nivel general damos, lo que percibimos recibir de otros. 


Así que mediante este “sentido” de justicia que llevamos todos, muchas veces intentamos vengarnos de la falta de otra persona. 


Esto hace que nuestra nueva acción de “justicia” también genere una nueva consecuencia. 


Pero aquí es donde más interviene el ego y nos dice “no se deje, no sea bobo”. 


Tristemente los seres humanos pensamos más de forma visceral, que con nuestro propio cerebro. 


Por eso, una de las cosas más importantes que puedes hacer para tener una vida optima es aprender a controlar tus emociones. 


Y puede que tú me estés diciendo en este momento, “¡pero Gabrielito lindo, si alguien me hizo algo que me ofendió, esa persona debería pagar por ello!”. 


Mira si tu vives en un Estado de Derecho, tus impuestos pagan entidades que se encargan de hacer validar tus derechos. 


Muchas personas que por ejemplo han sido víctimas de fraudes o estafas, consideran que tienen que tomar la justicia por sus manos, ya que la justicia ordinaria no funciona. 


Esto hace que si tocas o agredes a la persona que te hizo eso, dicha justicia se vuelva en tu contra. 


En mi país se han llegado ver ese tipo de casos, donde la victima de robo tiene que indemnizar al final al victimario que lo robó. 


Esto es porque el verdugo, al ser agredido, interpone una demanda por lesiones personales. 


Si la víctima, en vez de pensar de forma visceral, usara los mecanismos regulares, la cosa sería a otro precio. 


Uno jamás debe “ensuciarse” las manos ante problemas con otras personas. 


Para eso están las entidades gubernamentales que administran la justicia. 


Y si definitivamente no puedes hacer ninguna acción, tranquilo que la Vida se encarga de impartir la justicia respectiva. 


Así que quiero animarte, mediante esta información, a romper todo tipo de contrato con tus acciones. 


Lo mejor que puedes hacer es pensar antes de actuar y no actuar para después pensar, porque hice esto o lo otro.

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lunes, 12 de julio de 2021

Cuando nos excluimos de la Vida



Cuando nos excluimos de la Vida

La victimización es una de las cosas más inestables e impredecibles que pueden existir. 


Esta puede afectar a las personas que nos rodean de forma positiva y negativa. 


Por ejemplo, si yo muestro que estoy sufriendo por X o Y asunto, para algunos voy a despertar compasión. 


En cambio, en otros casos, puedo incitar el desprecio de las personas que me rodean. 


Honestamente, una de las cosas que más me pone a hervir la sangre es la victimización de alguien. 


La primera impresión que siento es que la persona está buscando la consideración de los demás. 


Lamentablemente muchas veces me he equivocado y ha sido cierto que la persona está pasando por un mal momento. 


Pero en el otro 50% de las veces he acertado y me he podido dar cuenta que mediante esto me han intentado manipular emocionalmente. 


Así que intento darle un equilibrio a mis emociones, pero es bastante el esfuerzo que tengo que hacer. 


Desde el punto de vista de mis investigaciones, laboratorios y observatorios, considero que la victimización es un regresar al útero materno. 


Con esto quiero decir que cuando estábamos en la pancita de la mamá, lo teníamos todo. 


Amor, clima perfecto, alimento, seguridad, etc. 


Después que salimos de dicho ambiente, prácticamente comenzamos a experimentar cosas muy diferentes a estas. 


Un bebé siente incomodidad, frio, hambre y hasta regaños. 


Todo este bienestar inicial se guardó en nuestro sistema nervioso. 


Y comenzamos a compararlo con experiencias que pueden ser agradables o también desagradables. 


Las agradables nos recuerdan el útero materno, mientras que las experiencias desagradables nos hacen extrañar la calidez de dicho lugar. 


Así pues, a medida que vamos creciendo y sobre todo que vamos perdiendo los apapachos y cariños de nuestros seres queridos, porque ya somos adultos, nos inventamos este regreso al útero materno en forma de victimización. 


Es por eso que nos apegamos más a una pareja que nos trate bien, que nos de cariño, apoyo y compresión. 


Cuando no tenemos esto, es que muchas veces acudimos a la infidelidad. 


La mayoría nos tomamos la infidelidad como algo personal. 


Pero en realidad la otra persona está intentando recobrar desesperadamente toda esa atención que perdió cuando inicialmente llegó a este mundo. 


Pero el verdadero problema de la victimización va más allá de las relaciones y el amor. 


Esto trasciende todos los planos de nuestra vida. 


Por ejemplo, ¿sabías que nuestra economía se ve afectada por este tipo de carencias en nuestra vida? 


El éxito financiero de una persona, en un porcentaje alto, no lo determinan sus habilidades. 


El éxito se presenta por las personas con las que te asocias. 


Lamentablemente el ser humano nunca reconoce esto y afirma que los amigos que tiene nunca van a influir en sus decisiones. 


Probablemente sea así, pero en este caso no estamos hablando de situaciones personales, sino de las influencias que tus amigos pueden tener en tu éxito como comerciante o profesional. 


Con esto quiero decir que, si tú estás rodeado por personas de negocios, tienes más probabilidades que tengas una mejor economía. 


Ya sea que te recomienden, trabajes para ellos o quizás por medio de ellos llegues a conocer personas que te encaminen al éxito financiero. 


Supongamos que tu circulo social está lleno de personas bohemias. 


Es muy poco probable que en este grupo de personas encuentres a alguien organizado y planificador de su futuro. 


Si tomamos como referencia uno de los textos sagrados de la humanidad nos encontramos con un consejo que se le atribuye al sabio Rey Salomón y dice “Júntate con sabios y obtendrás sabiduría. Júntate con necios y te echarás a perder.” 


Tristemente el ser humano tiene malas relaciones y por tendencia culpa a los que han hecho un buen trabajo de su vida, como los que atentaron contra él. 


Mira, personalmente he visto como gente “pobre” tiene la firme creencia que los “ricos” son los culpables de su desgracia. 


A ese nivel, existe una creencia general que el “rico” le ha robado él, para poder llegar a ese estado. 


Incluso la mentalidad de pobreza es tan enorme que, si un vecino llega a tener 100 dólares más, lo considera rico y culpable de tener más. 


Esto hace que la persona se excluya de tener relaciones con un “rico”. 


Y va a preferir andar con personas de su “nivel” o un “nivel menor”. 


Y con la mano en el corazón, a la hora de hacer negocios y tratar con el dinero a quien le podemos aprender más. 


¿A alguien que no tenga la menor idea del dinero? 


¿Cómo espera una persona mejorar sus ingresos, si en su círculo social nadie tiene este tipo de experiencia? 


Gran parte de este pensamiento ha sido generado por el famoso “pobrecito” que tantas de nuestras madres han pronunciado. 


Si observas, es la expresión común que usa una mamá cuando su pequeño hijo se cae. 


Esta palabra es de las cosas más perjudiciales con las cuales una madre está programando a un hijo. 


Y no solo porque le está enseñando la auto lástima, sino porque está vendiendo una idea de pobreza en la mente de una persona. 


Y puede que me estés preguntando, pero Gabrielito lindo por decir “pobrecito” a alguien no le estoy metiendo ideas de pobreza en la cabeza. 


Lamentablemente te tengo que decir que sí. 


Esto ya lo hemos explicado en temas anteriores. 


Para que me puedas entender un poco mejor, intenta repetir varias veces la frase “estoy chupando limón”. 


Al cabo de unos segundos tu boca comienza a salivar, así no tengas un limón en la mano. 


Esto tiene que ver mucho con lo que se conoce como PNL o Programación Neuro Lingüística. 


Pero a manera de resumen, toda palabra que digas tiene un poder sobre ti y los que te rodean. 


Es por eso que las personas que mejor les va en la vida, es porque tienen un lenguaje muy pulcro. 


Entre más impoluto sea el lenguaje de una persona, más éxito va a tener en su vida. 


Esto no es que ocurra de la noche a la mañana. 


Es un trabajo sistemático que se desarrolla con el paso de los años. 


Así que quiero animarte mediante esta información que JAMÁS te excluyas de la vida. 


La abundancia es para todos y que mejor manera de aprender a obtenerla de personas que ya ha pasado por esos procesos.

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Ingeniero de Sistemas e Investigador del Pensamiento Humano y las emociones, y como estas influyen en las decisiones que tomamos cada segundo para tener éxito o fracaso.

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