Retoma el control de tu vida. Estrategias efectivas para el control emocional

lunes, 2 de agosto de 2021

El miedo como herramienta para lograr objetivos



El miedo como herramienta para lograr objetivos

Absolutamente todos hemos aprendido que el miedo es un enemigo interior que debemos vencer. 


Y este enemigo es bastante peligroso pues detiene nuestra marcha hacia los objetivos que deseamos. 


Por ejemplo, si tú quieres tener un trabajo mejor y “por allí derecho” ganar más dinero mediante esta labor el miedo comienza a atacarte. 


Aquí es donde vienen los “¿y cómo?”, “¿será que me va bien?”, “¿y qué tal si no?” que tanto nos atormentan. 


En estos momentos nuestro miedo nos hace echar mano del viejo dicho “mejor malo conocido, que bueno por conocer”. 


A la final nos detenemos. Nos quedamos allí esperando que llegue el angelito trajeado con la maleta y el millón de dólares a solucionarnos la vida. 


Y mientras tanto nos quejamos con todo nuestro circulo social que la vida es injusta y bla bla. 


El problema es que muchas veces nuestro miedo hasta nos impide ser estratégicos para este tipo de cambios. 


Es decir que nos lanzamos, quemando todos los puentes, pues no queremos regresar a lo que tantas desdichas nos ha producido. 


Esto es bastante peligroso y aquí debemos tomar muy en cuenta el consejo del doctor Luis Fernando Hoyos Aristizábal. 


Él decía que, en cuestiones laborales, una persona siempre tenía que aplicar la “estrategia del mico”. 


El mico o el mono, son animales que, para avanzar entre los árboles, JAMAS sueltan una rama, sin antes haber tomado la otra. 


Así que, como recomendación especial, si tu piensas cambiar de trabajo, NUNCA abandones el actual, sin antes haber firmado contrato con el nuevo. 


Es más, tampoco es recomendable cerrar las puertas donde has estado, pues nunca se sabe si te toca regresar. 


Esta estrategia pienso que es válida para todas las situaciones en la vida que impliquen relaciones con los demás. 


Jamás salgas de pelea con nadie, donde has estado. 


Esta Vida es bastante irónica y muchas veces tocará regresar con las orejitas agachadas. 


Respecto a todas estas limitaciones que nos impone nuestro enemigo interior, muchos estudiosos de estos temas proponen una anulación del miedo para lograr lo que deseamos. 


Lamentablemente no podemos sustraernos del miedo, pues es una emoción natural. 


Es como decir que vamos a prescindir de la felicidad y nos vamos a dedicar a quedarnos serios. 


El miedo, al ser una emoción natural en nosotros, tiene como objetivo protegernos de lo nuestro cerebro considere peligroso para nuestra vida. 


Un bueno uso del miedo es por ejemplo mi belonefobia. 


Desde que tengo uso de razón he tenido un pánico exagerado por las agujas. 


Y como lo mencioné anteriormente en la entrada LAS ENFERMEDADES COMIENZAN Y TERMINAN EN LA MENTE, gracias a esta fobia jamás me volví a enfermar. 


Hace más de 21 años que no sé qué es una enfermedad, ni siquiera un malestar mínimo. 


De hecho, hace como unos 15 años atrás, hablando con una amiga sobre estos temas me llegó a “amenazar”, que cuando me enfermara me iban a llegar todas. 


Y pues véanme aquí con mi salud totalmente óptima. 


Pero resumiéndote el cuento, inconscientemente para mi sale más “rentable” estar sano que enfrentar el miedo a las agujas. 


Incluso esta es la razón por la cual soy tan obsesivo con mi higiene bucal y cada 3 meses estoy donde mi odontólogo. 


No quiero tener que pasar por un proceso de esos y menos tener agujas en mi boca. 


Otro caso de “éxito” del buen uso del miedo fue el de un señor que conocí hace muchos años. 


Este señor era el arrendatario de una casa donde yo viví. 


Su historia incluyó desplazamiento forzado del sitio donde vivía, gracias a la violencia. 


Cuando llegó a la ciudad, él y su familia pasaron mucha hambre. 


En la actualidad este señor tiene una economía bastante fuerte y es un hombre muy hábil en los negocios. 


No solo tiene un negocio, sino varios. 


Y cuando me contó su historia, concluyó que él era muy precavido con el dinero y las inversiones, pues tenía miedo de volver a pasar hambre. 


De hecho, si observas cuidadosamente, la gran mayoría de personas exitosas con el dinero, han pasado por necesidades previamente. 


Inconscientemente el miedo que sienten a volver a lo mismo, hace que se superen cada día más. 


Si notas estos dos ejemplos, existe un patrón en el cual nuestro inconsciente negocia con nuestras capacidades lo “menos” perjudicial. 


Y puede que en este momento me preguntes, “pero Gabrielito lindo, yo llevó años en una situación que no me gusta y no he podido cambiar. ¿Cómo puedo hacer uso del miedo a mi favor?”. 


Bueno, debes tener presente que, si dicha situación no es de vida o muerte para tu cerebro, allí vas a estar por siempre jamás amen. 


No sé si has llegado a escuchar la historia del perro perezoso. 


A manera de resumen, un forastero habla con un granjero, porque a su lado está un perro echado. 


Este perro siempre se levanta, chilla y luego vuelve a acostarse. 


Este ciclo lo repite infinitamente, y en la charla el forastero le pregunta porque hace esto. 


El granjero responde que el perro, donde está echado, tiene una pequeña puntilla. 


Es tan perezoso que no se quiere mover a otro lado para estar cómodo. 


Así que la puntilla lo incomoda lo suficiente para chillar, pero no mucho para hacer algo como cambiarse de sitio. 


Si tú vivencias una situación que te produce incomodidad, pero no la suficiente como para ponerte en riesgo, seguramente te quedarás allí esperando que alguien venga a salvarte. 


En general, a nosotros nos motivan dos cosas que son el miedo y el dinero. 


Si por ejemplo yo te digo, vamos a barrer la calle y dejarla limpia. 


Seguramente me dirás muchas excusas como “para qué si la van a ensuciar” o “que voy a meterme de lambón a hacer eso, la gente es malagradecida”, etc. 


Si te digo que te voy a dar un millón de dólares o alguien te amenaza de muerte, seguro las excusas van a desaparecer. 


Es triste que nos hayamos acostumbrado a funcionar de esta manera. 


Es por eso que a nivel general el ser humano vive mal y sobre todo no es feliz. 


Deja todo para lo último, que la vida resuelva situaciones por él, con resultados que no necesariamente le van a gustar. 


Así que quiero animarte, mediante esta información a usar una emoción como el miedo a tu favor. 


La naturaleza no se equivocó al darnos una emoción como el miedo, simplemente debemos aprender a usarlo a nuestro favor.

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lunes, 26 de julio de 2021

El hábito que más aleja el Dinero



El hábito que más aleja el Dinero

En una encuesta que se realizó en Estados Unidos y México, por parte del Centro Giordani hace ya varios años, se les preguntó a las personas sobre cuál era su área de mayor problema entre la salud, el dinero y el amor. 


Un 10% de las personas encuestadas afirmaba que su problema mayor era con la salud. 


Otro 10% respondieron que era el amor. 


Sin embargo, un increíble 80% de personas encuestadas afirmó que el dinero era un área que les generaba mucho malestar. 


Y si analizamos estos datos, un 80% de personas que se quejen sobre lo mismo no puede ser casualidad. 


Algo deben estar haciendo mal estas personas, para que las cosas no funcionen bien en un área tan importante de nuestras vidas. 


Como ya hemos visto anteriormente, el dinero es más que un objeto. 


Este tiene que ver mucho con nuestras creencias y la relación que formamos desde niños con él. 


Por ejemplo, si en tu casa el dinero era un impedimento para disfrutar de algo, aquí formaste una relación negativa hacia el dinero. 


Y puede que tú me digas en este momento, “pero Gabrielito lindo, yo ni siquiera recuerdo que se decía en mi casa sobre el dinero.” 


Este tipo de cosas posiblemente ocurrieron estando muy pequeño. 


Pero el psicoanálisis define la vida de un infante como un ser pensante, aunque inconsciente. 


Tu pequeño cerebro procesa absolutamente todo, y aunque no seas consciente en esos momentos, dicha información queda grabada en tu sistema nervioso en forma de emociones. 


Así que es imposible sustraerse ante la información que recibas en tu infancia. 


Especialmente la información que recibimos en esta etapa, forma nuestra personalidad de adultos. 


¿Puedes ir comprendiendo, por qué, a pesar de no recordar mucho esta etapa, en tu vida de adulto se presentan problemas con el dinero? 


Es como si este fuera una energía inteligente que no quiere estar con nosotros y se nos escapa de las manos. 


Y efectivamente por aquí comienza el segundo problema con el dinero. 


El 99% de las personas vemos el dinero como un objeto. 


Y esto es lógico pues durante toda nuestra vida vemos que con él podemos comprar diferentes artículos para hacer nuestra vida más agradable. 


Pero también vemos como nos negó y nos ha negado realizar muchas otras cosas. 


En realidad, el dinero es un símbolo, una representación de lo que podemos hacer por otras personas. 


Digamos que tú trabajas en un almacén de cadena como cajero. 


El trabajo que realizas no se te paga porque seas atractivo(a), porque sonrías muy lindo o porque el uniforme te queda muy bien. 


Estás realizando una labor que en este caso es el recaudo del dinero que entregan las personas como compensación al producto que se llevan. 


Ellos a su vez obtuvieron ese dinero que te están entregando como símbolo de una labor que hicieron previamente. 


Así pues, tu dinero, eso que simboliza tu labor en dicho almacén, también en algún momento se lo entregarás a otra persona o entidad para llevar más bienestar a tu vida. 


Las relaciones comerciales humanas se han llevado toda su historia de esta forma y todo comenzó con el famoso trueque. 


Donde las personas intercambiaban por ejemplo frutos por pieles y muchas otras cosas más. 


Para que la persona tuviera esos frutos o lo que fuera a cambiar por lo que necesitara, tuvo que realizar una labor para obtenerlos. 


Esa labor fue representada en el bien que obtuvo y que va a intercambiar con otra persona. 


El concepto del dinero lo único que nos facilitó fue ser más livianos a la hora de intercambiar una cosa por la otra. 


Pero este concepto de dar y recibir es legendario. 


Muchas personas se han preguntado ante los problemas de dinero, si debería imprimirse más. 


El problema con esto es que, si imprimimos dinero de la nada, como por arte de magia, este, automáticamente perderá su valor. 


Esto es lo que se conoce en economía como la devaluación del dinero. 


Imagínate por un momento que hay demasiada circulación del dinero para que todos tengan como comprar. 


Las personas pueden comprar muchas cosas y estas comienzan en algún momento a escasear. 


Los artículos suben demasiado de precio con el fin de equilibrar la escasez. 


Mucha gente da grandes cantidades de propina por ejemplo a quien cuida su auto. 


Y no es porque no lo merezca, pero a nivel general se va generando una pérdida del valor del dinero, ya que este abunda por todas partes sin haberse generado por la labor de alguien. 


Como puedes ver, la solución a un problema económico no es la impresión del dinero, sino la producción o labor que hagan las personas para generarlo. 


Es por eso que, en las crisis económicas, las personas que se quedan esperando a ver que hacen otros por ellos, tienen bajas probabilidades de salir de ese caos. 


En cambio, muchos otros se vuelven ricos, debido a que se dedican a producir ideas para captar dinero. 


Pero aquí viene un tercer y verdadero problema con el dinero. 


En su totalidad, las personas están buscando solo hacer una labor y obtener dinero por ello. 


No están pensando en el servicio que hacen hacia los demás. 


Es por eso que tú ves gente trabajando 14 o más horas en el día para ganar solamente un salario mínimo legal. 


Es como si entre más trabajo duro hicieran, menos dinero reciben. 


Aquí podemos pensar, pero los empresarios son injustos, lo gobiernos, la vida, etc. 


El peor rol que podemos llegar a tomar en la vida es el de la victimización. 


Si somos víctimas, nos vamos a quedar allí esperando que alguien nos salve. 


Es por eso que muchas veces he recomendado en este blog, que si quieres dinero NUNCA, JAMAS, trabajes para gente pobre. 


Si no tienes más opción por el momento toma lo que tienes a la mano y trabaja, pero NUNCA, JAMAS te quedes allí para luego quejarte. 


Míralo como una solución temporal pero no vayas a hacer como las “medidas provisionales” que tomamos los seres humanos y que a la final terminan siendo medidas eternas. 


Como una vez lo definió mi hermano mayor, el dinero es como las mujeres bonitas. 


A cada rato le dicen cosas, halagos, les dan regalos, etc. 


Estas mujeres viven aburridas de tanta adulación que reciben. 


Vienes tú y le dices, “hola guapa”, de inmediato piensan “ahhh ya viene este otro a molestar” y se alejan de ti. 


Exactamente esto pasa con el dinero. 


Entre más lo persigas, más se va a alejar de ti. 


Adicionalmente las personas empeoran su situación porque basan su economía en el crédito o préstamos en vez del ahorro. 


No existe mayor cosa que cause insomnio que una deuda. 


Viajes, vehículos y hasta comida fiada da la mayor intranquilidad que el ser humano pueda experimentar. 


En mi caso prefiero aguantarme unos días y ahorrar para después comprar con la tranquilidad que no le debo nada a nadie. 


A nivel personal yo perseguí el dinero por muchos años y este me dejaba en visto. 


En la actualidad ni le presto atención, y tú nunca me ves con problemas de dinero o asado como decimos en mi localidad. 


Lo veo como una herramienta para adquirir bienestar y como una consecuencia del servicio y amor que presto hacia los demás. 


Así que quiero animarte, mediante esta información a dar primero con amor, para recibir de la misma manera. 


Finalmente si buscas algo desesperadamente es porque careces de ello, y por lo tanto el Universo responderá a dicha emoción de carencia con más carencia.

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lunes, 19 de julio de 2021

Cuando la Vida nos persigue



Cuando la Vida nos persigue

Estoy convencido que todos hemos pasados por momentos tan difíciles que no podemos evitar mirar al cielo y preguntar “¿por qué a mí?”. 


La respuesta general que damos ante estos eventos desafortunados es el Karma. 


Esta es una palabra oriental, la cual hemos adoptado en occidente y se refiere a la energía que trasciende a partir de nuestros actos. 


En otras palabras, estaría hablando de un espíritu o ente de justicia y equilibrio, que nos entrega lo que previamente hemos dado. 


Pero si miramos esto desde el punto de vista de la ciencia moderna, son simplemente “tonterías”. 


Se considera que estas ideas solo tienen sentido en un marco de creencias sin fundamento empírico. 


En otras palabras, el Karma no está avalado por descubrimientos científicos. 


Lamentablemente esto también es una creencia y es parte de la soberbia del ego humano. 


Muchos de nosotros tomamos la ciencia como una religión más, en la cual, si una idea no tiene una mayoría de aceptación, entonces es falsa. 


El doctor Luis Fernando Hoyos Aristizábal decía que la gran verdad de hoy, por lo general es la gran mentira del mañana. 


Los seres humanos estamos cansado de declarar verdades absolutas como que la Tierra es el centro del Universo, etc. 


Y posteriormente tener que retractarse en público y hasta pedir perdón por las personas que “quemó” debido a la contradicción de estas “verdades”. 


Sin embargo, muchos de nosotros que somos “tan buenos”, hemos llegado a la conclusión que es injusto que nos pasen cosas malas, si somos seres tan puros. 


Nuestro ego humano siempre nos impedirá ver nuestros errores. 


Todos, absolutamente todos, cometemos errores hasta de formas que pasan desapercibidas. 


Y toda acción que tu realices, siempre viene acompañada una reacción del Universo. 


De forma general nosotros hacemos las cosas y creemos que estas nunca van a traer consecuencias. 


Y aunque otros nos digan “mira a fulano de tal le paso esto”, nosotros mentalmente ya tenemos el “eso no me va a pasar a mí”. 


También tenemos la firme creencia que la Vida es frágil. 


Que podemos hacer lo que queremos, pues tenemos “libertad absoluta”. 


Mira, no existe nada en este Universo más irónico que la Vida. 


Pensamos que podemos pasar impunes ante nuestros actos, pero la Vida siempre nos tiene preparada la factura. 


Ya sea de inmediato o con el paso del tiempo, pero siempre respondemos por nuestros actos. 


El problema de esto es que responderemos donde más nos importa. 


Es decir que no necesariamente esa factura será pagada por nosotros, sino por las personas que más amamos y nos duelen. 


Y esta puede ser la explicación al porque si una persona actúa bien, las cosas no necesariamente le salen igual. 


Respecto a esto, puede que nos surja la pregunta, sobre cómo liberarnos de una situación de estás en la cual realmente somos inocentes. 


No tendríamos por qué pagar los platos que otro rompió. 


Para esto recomiendan seguir 4 pasos que son: aceptarlo, tomar la decisión de trascenderlo, realizar un trabajo con tus emociones y finalmente compartirlo con tus parientes. 


El dialogar estas cosas con tu núcleo parental ayudará mucho a sanar las situaciones que puedan existir pendientes. 


Muchas veces estas situaciones se presentan porque si alguien nos hace X cosa, nosotros intentamos llevar a cabo nuestra propia justicia. 


Por naturaleza, llevamos un sentido de justicia e intentamos equilibrar la balanza ante las acciones de los demás. 


Con esto quiero decir que nadie está preparado para dar amor, si antes no se lo están dando. 


A nivel general damos, lo que percibimos recibir de otros. 


Así que mediante este “sentido” de justicia que llevamos todos, muchas veces intentamos vengarnos de la falta de otra persona. 


Esto hace que nuestra nueva acción de “justicia” también genere una nueva consecuencia. 


Pero aquí es donde más interviene el ego y nos dice “no se deje, no sea bobo”. 


Tristemente los seres humanos pensamos más de forma visceral, que con nuestro propio cerebro. 


Por eso, una de las cosas más importantes que puedes hacer para tener una vida optima es aprender a controlar tus emociones. 


Y puede que tú me estés diciendo en este momento, “¡pero Gabrielito lindo, si alguien me hizo algo que me ofendió, esa persona debería pagar por ello!”. 


Mira si tu vives en un Estado de Derecho, tus impuestos pagan entidades que se encargan de hacer validar tus derechos. 


Muchas personas que por ejemplo han sido víctimas de fraudes o estafas, consideran que tienen que tomar la justicia por sus manos, ya que la justicia ordinaria no funciona. 


Esto hace que si tocas o agredes a la persona que te hizo eso, dicha justicia se vuelva en tu contra. 


En mi país se han llegado ver ese tipo de casos, donde la victima de robo tiene que indemnizar al final al victimario que lo robó. 


Esto es porque el verdugo, al ser agredido, interpone una demanda por lesiones personales. 


Si la víctima, en vez de pensar de forma visceral, usara los mecanismos regulares, la cosa sería a otro precio. 


Uno jamás debe “ensuciarse” las manos ante problemas con otras personas. 


Para eso están las entidades gubernamentales que administran la justicia. 


Y si definitivamente no puedes hacer ninguna acción, tranquilo que la Vida se encarga de impartir la justicia respectiva. 


Así que quiero animarte, mediante esta información, a romper todo tipo de contrato con tus acciones. 


Lo mejor que puedes hacer es pensar antes de actuar y no actuar para después pensar, porque hice esto o lo otro.

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lunes, 12 de julio de 2021

Cuando nos excluimos de la Vida



Cuando nos excluimos de la Vida

La victimización es una de las cosas más inestables e impredecibles que pueden existir. 


Esta puede afectar a las personas que nos rodean de forma positiva y negativa. 


Por ejemplo, si yo muestro que estoy sufriendo por X o Y asunto, para algunos voy a despertar compasión. 


En cambio, en otros casos, puedo incitar el desprecio de las personas que me rodean. 


Honestamente, una de las cosas que más me pone a hervir la sangre es la victimización de alguien. 


La primera impresión que siento es que la persona está buscando la consideración de los demás. 


Lamentablemente muchas veces me he equivocado y ha sido cierto que la persona está pasando por un mal momento. 


Pero en el otro 50% de las veces he acertado y me he podido dar cuenta que mediante esto me han intentado manipular emocionalmente. 


Así que intento darle un equilibrio a mis emociones, pero es bastante el esfuerzo que tengo que hacer. 


Desde el punto de vista de mis investigaciones, laboratorios y observatorios, considero que la victimización es un regresar al útero materno. 


Con esto quiero decir que cuando estábamos en la pancita de la mamá, lo teníamos todo. 


Amor, clima perfecto, alimento, seguridad, etc. 


Después que salimos de dicho ambiente, prácticamente comenzamos a experimentar cosas muy diferentes a estas. 


Un bebé siente incomodidad, frio, hambre y hasta regaños. 


Todo este bienestar inicial se guardó en nuestro sistema nervioso. 


Y comenzamos a compararlo con experiencias que pueden ser agradables o también desagradables. 


Las agradables nos recuerdan el útero materno, mientras que las experiencias desagradables nos hacen extrañar la calidez de dicho lugar. 


Así pues, a medida que vamos creciendo y sobre todo que vamos perdiendo los apapachos y cariños de nuestros seres queridos, porque ya somos adultos, nos inventamos este regreso al útero materno en forma de victimización. 


Es por eso que nos apegamos más a una pareja que nos trate bien, que nos de cariño, apoyo y compresión. 


Cuando no tenemos esto, es que muchas veces acudimos a la infidelidad. 


La mayoría nos tomamos la infidelidad como algo personal. 


Pero en realidad la otra persona está intentando recobrar desesperadamente toda esa atención que perdió cuando inicialmente llegó a este mundo. 


Pero el verdadero problema de la victimización va más allá de las relaciones y el amor. 


Esto trasciende todos los planos de nuestra vida. 


Por ejemplo, ¿sabías que nuestra economía se ve afectada por este tipo de carencias en nuestra vida? 


El éxito financiero de una persona, en un porcentaje alto, no lo determinan sus habilidades. 


El éxito se presenta por las personas con las que te asocias. 


Lamentablemente el ser humano nunca reconoce esto y afirma que los amigos que tiene nunca van a influir en sus decisiones. 


Probablemente sea así, pero en este caso no estamos hablando de situaciones personales, sino de las influencias que tus amigos pueden tener en tu éxito como comerciante o profesional. 


Con esto quiero decir que, si tú estás rodeado por personas de negocios, tienes más probabilidades que tengas una mejor economía. 


Ya sea que te recomienden, trabajes para ellos o quizás por medio de ellos llegues a conocer personas que te encaminen al éxito financiero. 


Supongamos que tu circulo social está lleno de personas bohemias. 


Es muy poco probable que en este grupo de personas encuentres a alguien organizado y planificador de su futuro. 


Si tomamos como referencia uno de los textos sagrados de la humanidad nos encontramos con un consejo que se le atribuye al sabio Rey Salomón y dice “Júntate con sabios y obtendrás sabiduría. Júntate con necios y te echarás a perder.” 


Tristemente el ser humano tiene malas relaciones y por tendencia culpa a los que han hecho un buen trabajo de su vida, como los que atentaron contra él. 


Mira, personalmente he visto como gente “pobre” tiene la firme creencia que los “ricos” son los culpables de su desgracia. 


A ese nivel, existe una creencia general que el “rico” le ha robado él, para poder llegar a ese estado. 


Incluso la mentalidad de pobreza es tan enorme que, si un vecino llega a tener 100 dólares más, lo considera rico y culpable de tener más. 


Esto hace que la persona se excluya de tener relaciones con un “rico”. 


Y va a preferir andar con personas de su “nivel” o un “nivel menor”. 


Y con la mano en el corazón, a la hora de hacer negocios y tratar con el dinero a quien le podemos aprender más. 


¿A alguien que no tenga la menor idea del dinero? 


¿Cómo espera una persona mejorar sus ingresos, si en su círculo social nadie tiene este tipo de experiencia? 


Gran parte de este pensamiento ha sido generado por el famoso “pobrecito” que tantas de nuestras madres han pronunciado. 


Si observas, es la expresión común que usa una mamá cuando su pequeño hijo se cae. 


Esta palabra es de las cosas más perjudiciales con las cuales una madre está programando a un hijo. 


Y no solo porque le está enseñando la auto lástima, sino porque está vendiendo una idea de pobreza en la mente de una persona. 


Y puede que me estés preguntando, pero Gabrielito lindo por decir “pobrecito” a alguien no le estoy metiendo ideas de pobreza en la cabeza. 


Lamentablemente te tengo que decir que sí. 


Esto ya lo hemos explicado en temas anteriores. 


Para que me puedas entender un poco mejor, intenta repetir varias veces la frase “estoy chupando limón”. 


Al cabo de unos segundos tu boca comienza a salivar, así no tengas un limón en la mano. 


Esto tiene que ver mucho con lo que se conoce como PNL o Programación Neuro Lingüística. 


Pero a manera de resumen, toda palabra que digas tiene un poder sobre ti y los que te rodean. 


Es por eso que las personas que mejor les va en la vida, es porque tienen un lenguaje muy pulcro. 


Entre más impoluto sea el lenguaje de una persona, más éxito va a tener en su vida. 


Esto no es que ocurra de la noche a la mañana. 


Es un trabajo sistemático que se desarrolla con el paso de los años. 


Así que quiero animarte mediante esta información que JAMÁS te excluyas de la vida. 


La abundancia es para todos y que mejor manera de aprender a obtenerla de personas que ya ha pasado por esos procesos.

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lunes, 5 de julio de 2021

La importancia de la imaginación en nuestros proyectos



La importancia de la imaginación en nuestros proyectos

Se podría decir que una de las cosas que más se admiran, y me preguntan por ello, es sobre mi trabajo como ingeniero. 


No se trata de lo que hago, sino de cómo lo hago. 


Es decir, por qué y cómo hice para estar trabajando desde casa durante muchos años. 


En realidad yo trabajo desde casa a partir del año 2010. 


Pero se podría decir que ese deseo se comenzó a gestar a partir del año 2008 cuando nació Isabellita. 


En aquel año no me sentía muy bien con mi trabajo, sobre todo porque no hacía lo que me gustaba. 


Y honestamente, en muchas oportunidades lo hacía de mala gana y con miedo. 


Así que Isabellita fue un aliciente, una motivación para cambiar las cosas. 


Pues en algún momento iba a crecer y me iba a preguntar si realmente fui feliz y logré todo lo que yo quería. 


En otras palabras, yo siempre he querido que mi hija sea feliz. 


Le he estado enseñando eso como una de las cosas más importantes. 


Y por supuesto no quería pasar como un “médico enfermo” que predica, pero no aplica. 


Sin embargo, no tenía ni la menor idea de cómo empezar a lograr uno de mis objetivos principales que era trabajar desde casa. 


Como puedes calcular, pasaron 2 años antes que esto se concretara. 


Y durante ese tiempo lo que hice fue utilizar mi imaginación, viéndome constantemente en ese proceso. 


Para serte honesto, en el 2010 prácticamente fue que quedé cesante. 


Y en ese momento tenía la oportunidad de iniciar lo que yo quería o continuar por la misma línea ganando poco y haciendo cosas que no necesariamente me iban a gustar. 


En mi caso me decanté por la primera opción y la verdad estuve a punto de darme por vencido. 


Pues se podría decir que solo 2 años después, en el 2012 pude ver la luz al final del túnel. 


Durante ese tiempo, las cosas no salían como esperaría, pero decidí seguir mi intuición y continuar hacia mi meta. 


Me salían trabajos mal pagos y las personas a mi alrededor me instaban a tomarlos pues “en situaciones extremas se requieren medidas extremas”. 


Recuerda que decisiones “extremas”, producen consecuencias imprevistas o de igual magnitud. 


No te imaginas cuanto agradezco en este momento el haber escuchado mi voz interior. 


Pues finalmente ese camino que tomé fue el correcto y el que me sacó de toda la situación mala en la que me encontraba. 


A veces nosotros subestimamos la imaginación. 


Pensamos que eso de “fantasear” con lo que deseo no sirve para nada. 


Si observas, todo el mundo hace uso de su imaginación para fantasear con cosas que no necesariamente desean vivir. 


Imagina por un momento el día a día de una persona promedio. 


Se levanta y lo primero que hace mientras se organiza para ir a su trabajo es prender la televisión para escuchar noticias. 


Estas te dicen que todo está mal, costoso, peligroso, inseguro, etc. 


Mejor dicho, prácticamente vivimos en un fin del mundo intermedio. 


Esta información pone a trabajar tu imaginación, visualizando escenarios igualmente apocalípticos. 


Ya sea de forma consciente o inconsciente, te vas a tu trabajo con emociones, de miedo, inseguridad, odio, enfermedad y hasta vejez. 


Como puedes ver, este personaje está haciendo uso de su imaginación para meterse la pata el mismo y caerse. 


Finalmente pierde su empleo, tiene un accidente o algún infortunio y pregunta al cielo con las manos empuñadas, “¿por qué a mí?” 


Y puede que me preguntes, pero Gabrielito lindo, ¿esas cosas le pueden pasar a cualquiera y de la casualidad nadie se escapa? 


Lamentablemente nosotros llamamos a eso “casualidad”. 


Mira cuando nuestra imaginación está trabajando, en cualquier cosa que estemos pensando, nuestro cerebro se pone en modo alerta. 


Es decir, se pone en función de buscar una información coincidente con aquello que tenemos nuestra atención. 


¿Te ha sucedido que están interesado por ejemplo en un objeto que deseas mucho y al poco tiempo comienzas a verlo en todas partes? 


No es que el objeto lo comiences a ver como por arte de magia y comenzó a presentarse ante tus ojos. 


El objeto siempre ha estado allí solo que tu imaginación estaba enfocada en otra cosa. 


Apenas tienes un nuevo enfoque, tu cerebro se pone manos a la obra a buscar toda la información posible que pueda coincidir con aquello que estás dedicando tu atención. 


¿Has notado cómo se comporta nuestro cerebro con el fenómeno denominado la pareidolia? 


Vemos caras y cosas familiares en objetos sin una forma específica. 


Por ejemplo, cuando miras las nubes puedes ver animales u objetos. 


También al observar una toma de la energía de tu casa. 


Esto ocurre porque tu cerebro está diseñado para darle comprensión y forma a toda la información que está frente a ti. 


Si nos ponemos la mano en el corazón, la mayoría de personas están “usando” su imaginación en pesar en el pago de las facturas de servicios básicos. 


Está pensando en deudas, calamidades, enfermedades, catástrofes, etc. 


¿Qué crees que estará haciendo el cerebro de una persona que usa su imaginación de esta forma? 


Exacto, estará buscando en medio de todo lo que existe, las cosas que coincidan con dicha información. 


Ahora yo te pregunto, ¿conociendo todo esto, amiguito lindo, amiguita linda, que vas a hacer? 


Entiendo perfectamente que es muy complicado pensar en las cosas que nos gustan cuando el mundo está ardiendo. 


¿Pero has notado qué, a pesar de esto, hay varias personas a tu alrededor que parece que la están pasando hasta mejor y les va bien en sus vidas? 


Esto les ocurre porque vienen haciendo uso de su imaginación de forma positiva. 


Imaginando constantemente lo que quieren vivir. 


Así que quiero animarte, mediante esta información a utilizar a tu favor una de las herramientas más maravillosas que tiene el ser humano. 


La buena o la mala suerte no son producto de la casualidad, sino de un trabajo sistemático realizado con anterioridad.

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lunes, 28 de junio de 2021

El problema de las ideas y posturas absolutas



El problema de las ideas y posturas absolutas

En la actualidad vemos como la neofilia o la neofobia son tendencias que nos impulsan a pensar de una manera o de la otra. 


Este tipo de personas consideran que aquellos que no se quieren pasar a ningún bando son tibios. 


Y por supuesto, como dice en alguno de los textos sagrados de la humanidad, hay que “vomitar” a los tibios. 


En otras palabras, es “obligación” participar de un bando o del otro, y si no, te vas a ganar el desprecio de alguno de estos grupos de pensamiento. 


Como puedes ver, el radicalismo y los extremos se ven en todo ámbito de nuestra cultura. 


El origen de todo esto se encuentra en las ideas religiosas de nuestro núcleo parental. 


Para bien o para mal, las creencias que adquirimos en nuestro entorno son incuestionables para nosotros. 


Es por eso que nos ofende si alguien critica o ataca nuestras creencias, así no nos conste nada de lo que aprendimos. 


Respecto a esto, cuando aún me encontraba en la etapa universitaria, tuvimos una clase bastante interesante llamada metodología de la investigación científica. 


El profesor era un psicólogo peruano, el cual nos enseñó la pasión por la investigación y el cuestionamiento de los paradigmas. 


Recuerdo que en una oportunidad nos dijo que deberíamos hacer una investigación de campo sobre el tema de nuestra preferencia. 


Junto a una compañera decidimos realizar una encuesta sobre el nivel de tolerancia ideológica en la religión. 


Preparamos varias preguntas y la que más recuerdo en este momento era “¿si tu religión es la verdadera, por que las de otros no lo son?” 


Esta última pregunta se podría decir que era la columna de la investigación. 


Tenía dos propósitos y el principal era ver que tanto grado de tolerancia tenían las personas hacia las ideas de la “competencia”. 


El segundo propósito era que la persona pudiera darse cuenta si lo que creía era lo correcto. 


Es decir, qué tanto fundamento tenía en sus creencias para aceptarlas o simplemente fue porque alguien vestido de traje y corbata se lo dijo. 


Según recuerdo fueron más de 40 personas encuestadas y solo una se atrevió a cuestionar sus propias creencias. 


El resto daban una respuesta genérica similar a “MI RELIGION ES LA VERDADERA”, pero no justificaban por qué lo era. 


Increíblemente cuando encuestamos a nuestro propio maestro, su respuesta fue esta y no dio explicación alguna. 


Como puedes ver, nuestras ideas radicales nacen de nuestras creencias iniciales sobre la vida. 


A su vez, las personas que se hicieron cargo de nosotros, vivieron el mismo proceso. 


Y esta es la razón por la cual es tan complicado darles una justificación a nuestras creencias. 


No tenemos la más mínima idea de donde vinieron, ni como comenzaron, pero allí las defendemos a “capa y espada”. 


Este tipo de pensamiento no se queda solo en nuestras creencias religiosas. 


Con el paso del tiempo, va acaparando otros temas que no tienen nada que ver con la religión. 


Y es aquí donde adoptamos ideas que nos “parecen” correctas de otros que a su vez las aprendieron sin cuestionarlas. 


Es muy común ver esto en temas políticos y en deportes. 


Incluso lo he visto también en personas discutiendo sobre salud y enfermedades. 


Esto no solo, nos hace parecer unos tontos, sino que el verdadero problema es el malestar que nos genera hacia otros. 


Intentamos convencerlos de nuestra “verdad”, que piensen como nosotros “por su bien”. 


Lo más absurdo de esto es que ambas partes al final piensan que ganaron la discusión. 


Y cada uno se va para su casa creyendo que le gano al otro y sobre todo que lo convenció. 


Personalmente he visto amistades arruinadas y confrontaciones de por vida por causa de esto. 


Y aquí es donde te haría la pregunta, ¿quieres ser feliz o tener siempre la razón? 


Y puede que me preguntes entonces, pero Gabrielito lindo, ¿acaso no intentas cambiar los pensamientos de tus seres queridos por su bien? 


Mi respuesta es nuuuu. 


Ya pasé por eso y es una de las cosas que más te mete en problemas con las personas que amas. 


Eso es ganarse un malestar innecesario. 


Y si se equivocan, que pesar, pero cada uno es responsable de sus decisiones. 


Y esto no es egoísmo. 


Al contrario, es la mayor muestra de amor, pues le estarás dando la libertad a tus seres queridos de vivir su propia existencia. 


Ser feliz es super fácil. 


Consiste en vivir tu vida y dejar que los demás vivan la suya. 


Si realmente quieres que una persona viva y piense como tú, no es necesario que le digas nada, ni le cuestiones nada. 


Solo basta con estar callado y disfrutar tu vida. 


Automáticamente las personas que estén a tu alrededor van a querer seguir tus pasos pues observan que estas bien. 


Así que quiero animarte, mediante esta información a no permitir que tu ego imponga tus creencias sobre los demás. 


Trátese del tema que sea, a los demás les gusta vivir sus propias experiencias.

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lunes, 21 de junio de 2021

El origen del egoísmo



El origen del egoísmo

Los seres humanos somos capaces de las más grandes hazañas y cambios en pro de la raza. 


Pero también tenemos la capacidad de cometer los más terroríficos crímenes en contra de nuestro prójimo. 


Esto ha hecho inevitable la pregunta si los seres humanos somos buenos o malos por naturaleza. 


Personalmente pienso que esto se resuelve con la leyenda Cherokee de los dos lobos. 


En resumen, esta leyenda cuenta sobre un anciano que le habla a su nieto que cada persona tiene en su interior 2 lobos. 


Uno es malvado y está relacionado a todas las emociones negativas como la envidia, celos, odio, etc. 


El otro es benevolente y está relacionado a las emociones de amor, compasión, ternura, etc. 


Después de pensarlo un rato el nieto le pregunta, “¿abuelo entonces que lobo ganará?” 


El anciano responde “gana aquel que tu más alimentes”. 


Esto nos muestra claramente que tenemos la capacidad de seleccionar nuestro camino. 


Y puede que tú me estés preguntando, pero Gabrielito lindo, ¿qué pasa con las personas que son psicópatas o también con los asesinos seriales? 


¡Ellos están en función de hacerle mal a la sociedad! 


Bueno no vamos a juzgar porque una persona llegó a esa instancia. 


Existen muchas variables como puede ser el maltrato durante su infancia, la información que recibió, etc. 


Lo único cierto es que sabemos cuál de los dos lobos ha estado alimentando esa persona. 


Esto hace que nos surja la pregunta más importante y es de donde viene el Egoísmo. 


¿Cuál es su origen y sobre todo para que nos sirve esto? 


El estado inicial de toda persona es el egoísmo. 


En temas pasados hemos explicado que todos nacemos con una estructura mental llamada Ego. 


El ego es parte de nuestra supervivencia, es lo que nos dice nosotros valemos y merecemos. 


Sin esto, existen pocas probabilidades de seguir con vida. 


Si observas, un recién nacido no trae ninguna lógica en su pensamiento. 


No sabe cómo es la mecánica de la vida en este planeta y por lo tanto sus posibilidades de continuar con vida dependen del ego. 


¿Cómo sabe este recién nacido que debe llorar cuando tiene hambre, sueño, esta mojado por su orina, etc.? 


Aquí es donde entra a actuar esta estructura mental que ayuda a hacerse notar. 


A que otros a su lado lo puedan auxiliar para continuar con su existencia. 


Es por eso que en este blog hemos definido al Ego como una estructura mental que nos ayuda en el merecimiento. 


Sin embargo, con el paso del tiempo, esta estructura va evolucionando. 


Nos acostumbramos a ser merecedores y es por eso que vamos adquiriendo un intenso sentimiento de pertenencia y de miedo a perder lo que poseemos. 


De aquí es que nacen los celos. 


Imagínate que tus padres han estado atendiendo a todas tus necesidades desde que llegaste a este planeta. 


¿Ahora puedes visualizar lo que siente un niño que ve como sus padres tratan cariñosamente a otro niño en la calle? 


Es por eso que los grandes pensadores de la humanidad afirman que todas las emociones negativas como los celos, envidias, etc, tienen como origen el miedo a la perdida. 


En cambio, las emociones positivas como la compasión, ternura, etc, provienen del amor. 


El escritor Neale Donald Walsch en su libro Conversaciones con Dios, dice que el amor es todo lo que existe. 


Por decirlo de alguna forma, el temor es el mismo amor, pero con baja frecuencia de este. 


El temor es miedo a la perdida de algo. 


El amor es completo, no necesita de nada pues se tiene a sí mismo, así que no tiene miedo a la perdida. 


Un claro ejemplo de temor es la carencia en las finanzas. 


Existen personas que tienen dinero para gastar en unas 20 vidas por lo menos, y aun así tienen miedo que se les acabe. 


Pueden llegar a hacer locuras por obtenerlo. 


A nivel personal he tenido que batallar mucho con esto. 


Yo he tenido un sentimiento de no querer compartir con nadie mis cosas. 


Imagínate que me sentía mal hasta compartiendo la comida con alguien. 


Hasta ese extremo he llegado. 


Yo creo que desde que Isabellita nació, muchas de esas cosas comenzaron a desaparecer de inmediato en mi vida. 


Por ejemplo, si estoy comiendo algo o mi hija quiere algo, prefiero dárselo a ella. 


Lo extraño de esto es que no fueron procesos paulatinos, sino el compartir hacia ella fue de inmediato. 


A partir de estos sucesos es que he podido aplicarlos a otras personas. 


Lógicamente esto no ha sido con la misma velocidad que con mi hija, pero al menos voy en el proceso. 


Y aquí me podrías estar diciendo, pero Gabrielito lindo, tú no eres egoísta porque compartes esta información y tus investigaciones con los demás. 


Puede que así sea, pero soy consciente que mi naturaleza desde que tengo uso de razón ha sido el no compartir. 


El que publique esta información, tiene que ver más con la empatía que comencé a sentir, cuando experimenté cosas que no me gustaron en el pasado. 


Y es por eso que creo fielmente que una persona que no ha pasado por dificultades, difícilmente entenderá el dolor humano. 


Así que quiero animarte, mediante esta información a soltar el egoísmo que hemos estado alimentando por años. 


No hay mayor sensación de libertad en un ser humano que soltar esa emoción y hacer las cosas de corazón.

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Ingeniero de Sistemas e Investigador del Pensamiento Humano y las emociones, y como estas influyen en las decisiones que tomamos cada segundo para tener éxito o fracaso.

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