jueves, 26 de diciembre de 2013
Propósitos para una nueva vida
Hace aproximadamente unos 15 años, me encontraba en una
época de mucha amargura y derrotismo. Recuerdo que por aquellos días conocí a
una valiosa amiga que influyó mucho en mi vida. De hecho creo que sus aportes
llegaron a cambiar el sendero que llevaría de allí en adelante.
Por aquella época yo no comprendía mucho del pensamiento
humano y las emociones. Mi amiga estudiaba la PNL o Programación Neuro
Lingüística y su vida era en cierto modo un ejemplo a seguir. Aunque mucha
gente la criticaba de ser una persona arribista y ambiciosa, se podía percibir
en sus acciones su buen corazón.
Una de las preguntas que me llegó a realizar durante fin
de año, fué que metas tenía yo. Te confieso que esta pregunta me generó mucho
malestar, pues me encontraba en un estado de mucho derrotismo. ¿Qué metas puedo
tener si pienso que el mundo me debe algo y estoy peleado con todos?
No recuerdo muy bien la conversación, pero lo que si
recuerdo es que mi amiga me llevó a una conclusión positiva a pesar de mi
decisión. Años más tarde, aproximadamente en el año 2010 me di cuenta de algo,
gracias a mi amigo y mentor Victor Giordani. Durante muchos años me preocupaba
que yo no sentía amor genuino por la vida, Dios, Padres, amigos, hermanos,
vecinos, etc.
Este descubrimiento personal era que yo no era capaz de
amar porque no conocía el amor, y esto nunca iba a ser posible porque yo no me
amaba a mí mismo. WOW!!! Desde ese instante hice una resolución en mi vida y
era que comenzaría a amarme con todos mis recursos, todas mis fuerzas de la mejor
manera que pudiera y tal como era en ese instante.
De hecho ese fue mi propósito durante todo ese año. De
manera asombrosa, todo en mi interior cambió. Es como si hubiera hecho las paces
con mi interior. Paz, armonía y sobre todo muchas ganas de vivir. Como ya me
sentía “poseedor” del amor, el siguiente año quise ir mucho más allá de lo que
me había atrevido a manera personal y era decirles a todos aquellos que amo,
que los amaba.
No te imaginas la dificultad tan grande a la que me
enfrenté. ¿Decirle a alguien cercano lo que siento por él/ella? Era una mezcla
de vergüenza, que van a pensar de mí, y sobre todo un terror que paralizaba
hasta mi cuerpo y lengua al intentar decirlo.
Para evitar esto, comencé con los parientes que consideraba
más fácil decirles. Por ejemplo con mi hija y mi esposa. Luego pasé con mi
madre, mis hermanos, tíos y abuela. Quizás ellos no lo notaron pero sudaba al decírselos.
Cuando lo hacía, sentía un descanso enorme y una inmensa alegría de poder
cumplir con mi objetivo.
En realidad, no sé por qué mi problema a expresar lo que
siento. No recuerdo nada de esto en el
pasado, pero llegó el momento de enfrentarme al mayor desafía y era decirle a
mi padre cuanto lo amaba.
Recuerdo que me encontraba solo en la casa con él y
estaba sentado en el comedor. Creo que intentaba decirle te amo, pero no me salían
las palabras. Estaba aterrorizado y por alguna extraña razón sentía que si se
lo decía se enojaría conmigo. Tal vez pasaron 30 o 50 minutos, hasta que por
fin pude decirle el tan anhelado “te amo”. Él me dijo con suave voz “yo también
te amo”. No te imaginas cuanto descansé.
Al siguiente año vino otro desafío y resolví amar a todo
y a todos sin esperar nada del amor de ellos. Para esto medité mucho en lo que
hace la Creación con nosotros. Nos da el Sol, Agua, alimento, Aire, Animales,
Minerales, Tierra, Energía, y un largo etcétera, y no se pone a esperar ni
siquiera las gracias. Ese no es el problema de la Creación/Vida/Dios. Su
problema ya lo resolvió y era amar a todos sin importar que le damos, así le
demos destrucción o amor.
Entonces pensé, mi problema es amar. Entonces voy a
resolverlo amando sin importar si me devuelven dicho amor o no. Y comencé a
tratar a todos con amabilidad, aunque a veces sienta que debo abofetear a unos
cuantos XD. Es por esta razón que hoy en día te puedo prometer amor eterno y te
lo cumpliré, pues mi amor no está coaccionado por lo que tú puedas darme. Claro
que hice esta resolución cuando descubrí lo que es el amor.
El propósito o resolución que hice para este año es un desafío
muy interesante para mí. He resuelto no abrir mi boca si no tengo nada positivo
para decir o para engrandecer a la persona de la cual estoy hablando o con la
que esté hablando. Es algo bastante osado pues implica mucho mirar hacia
adentro de mí.
Normalmente todos estamos mirando hacia afuera y por eso
vemos muy fácil las fallas ajenas, y corremos a abrir nuestra “gran bocota”
como expertos solucionadores de las vidas de los demás, pero no nos atrevemos a solucionar la
nuestra, precisamente porque nunca miramos hacia adentro de nosotros. No
prestamos atención a nuestras emociones y por qué actuamos como lo hacemos.
Durante estos años, he mejorado la propuesta de mi buena
amiga que tanto influenció en mi vida. ¿Recuerdas que ella hablaba de un
propósito? Este era más bien algo emocional, espiritual, intangible. Yo le he
agregado, tener 2 propósitos. Uno intangible y el otro tangible o material.
Recuerda que los propósitos materiales solo son para ti. No los comentes con nadie. Y ahora es mi turno de preguntarte, ¿cuáles son tus
propósitos para este año nuevo? Retoma tus sueños personales y llévalos a cabo.
Recuerda siempre que cuanto tu cambias, todo a tu alrededor cambia. No esperes
lo que nunca va a llegar por otros. Eres tú quien modifica tu entorno y no tu
entorno modifica tu destino. No culpes a los demás por las decisiones que nunca
tomas en tu bienestar.
Te deseo un año nuevo lleno de éxitos y que la Vida te
conceda todos los deseos nobles de tu corazón.
martes, 3 de diciembre de 2013
Conectando la intención y el deseo para lograr tus metas
Por Ingeniero Gabriel Salazar6:49:00 p.m.deseo, intención, nuevo año, telenovelas, televisión
No hay comentarios.:
Como mencionaba en la entrada anterior, me encontraba de
mudanza de casa y casualmente di un con libreta de apuntes que contenía unos
escritos realizados por mí en el año 2007. Comencé a leer y recordé que eso lo
había escrito en aquella época como recomendación de un libro de motivación que
estaba leyendo.
Allí hacían la sugerencia de escribir los propósitos para
los próximos 5 años, y ver si estos se cumplían de forma exacta. Para mi
sorpresa, me di cuenta que lo que allí había escrito era exactamente lo que
estaba viviendo desde el año pasado.
Como investigador de estos temas, intenté recordar que
era exactamente lo que había hecho que este proyecto se cumpliera a pesar de no
estar pendiente de él las 24 horas del día durante estos 6 años, y note que la
intención y el deseo que poseía en ese momento al escribirlo estaba tan
sincronizada que las cosas se fueron gestando poco a poco desde ese momento,
hasta el día de hoy.
Como es normal, cada fin de año nosotros nos hacemos
propósitos que algunos se cumplen y otros van quedando en el camino y no se
alcanzan a gestar en nuestras vidas, pero te daré algunas recomendaciones que
en mi caso sirven y quizás en tu caso también puedan llegar a funcionarte para
alcanzar aquello que tanto deseas.
El primer paso, es no desear solamente. Escribe lo que
deseas. Desde mi punto de vista, esta sola acción lo que hace es reafirmar una
resolución que haces, un pacto, un compromiso contigo mismo de que esto es lo que
quieres vivir.
El segundo paso es ser muy paciente. Casi que desentendiéndote
de las cosas. ¿Recuerdas la entrada que habla sobre la Leydel efecto invertido? Si no la has leído, te recomiendo que lo hagas o la
repaces. Allí explico por qué es tan importante no obsesionarse con los
resultados de las cosas que esperas.
El tercer paso, y quizás el más importante, es la
información. ¿Qué clase de información ingresas a tu cabeza a diario? ¿Tiene
que ver esta información con lo que deseas? Todos los libros de superación
personal que he leído siempre mencionan sobre el tiempo y la información.
Recomiendan enfáticamente que no permitas que otras cosas te entretengan de tus
propósitos.
Mucha gente va por la vida deseando cosas, pero metiendo
información de otro tipo. A diario veo en conocidos, parientes y amigos
desenfocar sus mentes de sus propósitos, esperando que alguien venga a resolver
todas inquietudes y cumplirles sus deseos.
Supongamos que deseas radicarte en
un nuevo país para buscar nuevas oportunidades, pero no tienes el dinero para
hacerlo. Muchos desean esto pero desisten por falta del dinero. Y se dedican a
ver la TV, al deporte, al baile, etc. Con esto no quiero decir que la TV, el
deporte, el baile y otro tipo de entretenimiento sean malos y debas evitarlos
para lograr todo lo que te propones. ¿Pero qué cantidad de tiempo dedicas a
otras cosas que no tienen nada que ver con tu meta?
De hecho, si tu meta es ser un actor, te conviene y mucho
ver la TV todo el día, especialmente telenovelas, para aprender las técnicas de
los profesionales y convertirte con la práctica y estudio en uno de ellos.
En el ejemplo anterior, si no tienes dinero, lo lógico
sería ponerte a aprender primero el idioma del país al cual deseas viajar y
radicarte. Supongamos que es tu mismo idioma local o ya lo hablas, entonces
aprende las costumbres. Indaga, conoce personas. Todo esto es posible gracias a
Internet y las redes sociales. ¿Que te da miedo conocer personas? Entonces
comienza por trabajar contigo mismo en cómo superar tus miedos.
Pero la idea es enfocarte en el siguiente pequeño paso
que te llevará al destino final que te has propuesto. Lamentablemente somos
expertos en los “es que” o disculpas, o peor aún, en culpar a los demás.
Como puedes ver, en teoría es muy fácil, pero en la
práctica es mucho más fácil. ¿Sabes qué es lo que nos perjudica? La falta de
paciencia. Esperamos que Dios, La Vida, o algún Santo nos resuelvan las cosas
con una varita mágica. Nos ha perjudicado mucho la historia de la Cenicienta
cuando su hada madrina con una varita le solucionaba todo y eso es precisamente lo
que nos tiene inmóviles, sin acción para buscar lo que nos pertenece.
Mira en la vida nada es instantáneo. Si observas todo
tiene un proceso y un tiempo, hasta la luz tiene un tiempo para viajar, a pesar
que a nuestros ojos es instantánea. Esto lo podemos comparar con la
construcción de un edificio o con la construcción muscular que haces cuando vas
a un gimnasio a ejercitarte.
El primer día se te hace muy duro entrenarte. Al otro día
te duele el cuerpo por el rompimiento de fibras musculares que serán reparadas
por la proteína que consumas en el día. Esta reparación finalmente va formando
capas y capas de fibras reparadas que van dejando ver nuevo músculo. Esto es
tan pequeño que tarda años en verse el trabajo muscular, pero por nuestra
impaciencia, y como no vemos resultados al otro día de haber ejercitado nuestro
cuerpo, entonces muchos desistimos y nos dejamos vencer por la pereza,
comentarios de otros y por nuestra propia impaciencia.
Pero solo el que persiste, el que es terco, es el que
cobra la recompensa muscular al final. Y exactamente esto mismo ocurre con
nuestros proyectos. Al principio no vemos visiblemente los resultados y por eso
desistimos. Pero cada acción es una onda que mueve la siguiente secuencia de
fichas que moverán nuestro entorno para abrirse el camino que necesitamos para
cumplir aquello que tanto deseamos.
Como ves, todo es fácil, si y solo si eres constante y
paciente. Recuerda que esta es la única forma de mantener unidos nuestra
intención y propósito para cumplir nuestros deseos.