sábado, 21 de enero de 2012
Anclas emocionales para reprogramar tu mente al éxito
Por Ingeniero Gabriel Salazar2:01:00 p.m.ancla emocional, hijos, Miedo, padres, preocupacion, programación mental
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Hace algunos días escuché unas sabias palabras del Dr. Dyer
que afirmaban que el ser humano no atrae lo que desea sino lo que es. En otras
palabras el resultado de lo que vivenciamos es simplemente una expresión física
de lo que llevamos en el interior.
Quizás te estés preguntando en este momento, si esa
situación crítica que has vivido la has provocado tú, pues quien va a ser tan
pendejo de querer su propio mal. Y en teoría tienes toda la razón, pues solo basta
preguntarle a alguien si se ama a si mismo y siempre te responderá que si,
aunque se lo esté llevando el mismo odio.
La razón por la cual no podemos entender perfectamente
esto es porque nuestra propia mente, como está diseñada para ayudarnos y
protegernos, entonces niega cualquier atentado que hagamos hacia nosotros
mismos, como por ejemplo excesos en la comida, alcohol, trabajo, sexo,
descontrol emocional, sufrimiento, etc.
Por ejemplo, a diario vemos noticias y nos re-creamos en
las desgracias del mundo, y no nos damos cuenta que este sistema de
comunicación ha sido cuidadosamente diseñado para provocar aceptación de
cualquier producto que se te venda.
Para explicártelo mejor, haremos un paréntesis y vamos a
aprender algo sobre las formas de re-programación
mental que he estudiado durante
estos últimos 6 años. Observemos el comportamiento de un niño y sus padres
desde los 0 años en adelante. El primer día, o mejor, los primeros meses, todo
es ternura, amor, compasión, gracia, generosidad, belleza, dulzura, atención,
etc. hacia este nuevo pequeño o pequeña. Incluso he escuchado a padres prometer
que jamás castigarán a sus hijos como se los hicieron sus padres a ellos, y
otros afirmar que es lo más maravilloso que les pudo haber pasado.
Pero, y aquí viene un cambio radical en el comportamiento
tanto de padres como de los hijos, es cuando comienzan a gatear o caminar en
algunos casos. Los bebés empiezan a experimentar el mundo y desean tocarlo
todo, desbaratarlo para saber de que está hecho, en otras palabras comienza
nuestra verdadera vocación como científicos o lo que también se
denomina curiosidad humana. Los padres de inmediato
comienzan a cambiar su trato con el niño y aquí inician los primeros malos
tratos, gritos, imposiciones y en algunos casos ridiculización de las mentes
infantiles.
Este cambio ocurre en el caso del padre que más tiempo
permanece con el niño, pues tiene que “luchar” más tiempo con él, y en el caso
del padre que no pasa mayor tiempo debido a su trabajo, generalmente, siente
que el otro comete “injusticias” al castigar o “maltratar” al pequeño bebé. Esto
es una de las causas de discordia en
muchos matrimonios que tienen su
primer hijo.
A medida que el niño crece, digamos en una etapa entre
los 2 a los 6 aproximadamente, el niño comienza a “probar los límites” de la
cultura. Esto quiere decir que él ha notado que existen ciertas normas y
él/ella comienza a investigar hasta donde puede llegar. Por eso en estas edades
los niños/niñas son bastante insoportables y hasta uno pensaría que hacen las
cosas por perjudicarnos. Algunos adultos hasta les tenemos miedo a los niños en
estás épocas.
Pronto los padres se dan cuenta que los castigos no
sirven mucho en una mente tan brillante y comienzan a usar el viejo
modelo de re-programación mental, basado en el miedo.
El miedo es un
sistema efectivo. Siempre cumple su función y aquí la pequeña mente comienza a
ceder y entender que existen límites para poder convivir con otras personas. El
miedo se aplica mediante castigos más severos o también en algunos ignorantes padres “europeos” que
inventan figuras fantasmales para atemorizar
al pequeño (“europeos” es un término acuñado en este blog que hace referencia a
unos supuestos habitantes en una de las lunas de Júpiter llamada Europa. Esto
con el fin de no “descobijar” a nadie o que nadie se sienta ofendido o aludido
con los temas aquí tratados). También es muy común la ridiculización del niño ante otros, pero esto es más efectivo entre
los 7-8 años en adelante.
Habiendo comprendido esto, podemos ver 2 formas básicas
de re-programación mental que son el miedo y la ridiculización.
Si tú observas, los medios de comunicación aplican estos dos temas a través de
las noticias. Esto no se hace por maldad
o por conspiración, sino porque son
modelos muy antiguos y efectivos de lograr objetivos, que en este caso es
vender productos, pues el miedo causa aceptación. Y aclaro, no estoy diciendo que sean malos. Los que trabajan
en los medios de comunicación o son dueños, al igual que tú necesitan comer,
vestirse, divertirse y ese es su trabajo o negocio.
El problema esta en los excesos. Y si tú excesivamente
ingresas basura informativa a tu cerebro,
pues finalmente terminarás proyectando toda la jodidez que allí se expresa. Sé que
me dirás que tú puedes con eso, y volvemos al mismo punto una y otra vez. Por
favor, ve y visita todos los días un hospital, habla todos los días con gente
enferma, te aseguro que hasta tendrás la sensación de estar enfermo y cansado,
hasta que finalmente terminarás en una cama. Intenta estar con la pobreza de la humanidad, vívela a diario, habla de ella y observa tus resultados
en un tiempo.
Quizás te estarás preguntando si con el miedo puedo programarme hacia el bienestar.
Es una pregunta muy inteligente, pues ya habrás llegado a la conclusión de que
el miedo es una emoción muy poderosa. Si,
es posible. Algunos autores de temas sobre motivación concluyen en sus estudios
que si ligas en tu cerebro la idea
del placer a algo que deseas y el miedo a no conseguirlo, tu cerebro
se encargará de buscarlo con vehemencia. En otras palabras habrás re-programado tu mente hacia tu éxito personal.
Sin embargo, en mi opinión como investigador del pensamiento
humano, llegué a la conclusión de
que el fuego no se combate con fuego, o la guerra con guerra, o lo negativo se
combate con lo negativo. En mi parecer, de acuerdo a mis investigaciones, el
amor es el mejor re-programador mental hacia el éxito personal.
Existe un mecanismo de re-programación mental que
la psicología cognitiva llama anclas psicológicas. Yo le llamo cariñosamente
anclas emocionales. Las anclas emocionales son eventos en nuestra vida
y se activan ya sea por un color, olor, acción, música, etc. que hemos re-programado anteriormente.
Por ejemplo yo he usado en los últimos años, o mejor e
creado un ancla emocional apretando mi puño derecho cada vez que estoy en un evento
placentero o que me ha ocurrido algo agradable o dicho de otra manera, cuando
en mi sistema de creencias he percibido algo como agradable, inmediatamente
aprieto el puño derecho.
Esto ha hecho que cada vez que sienta emociones negativas o contrarias a lo que deseo, entonces activo mi ancla emocional para sentir esas emociones de bienestar y de inmediato mi
estado de ánimo cambia para poder seguir adelante o realizar lo que deseo.
Si observas, a diario usamos dichas anclas emocionales para “chingarnos”
como dicen mis bien amados hermanitos mexicanos. Por ejemplo he visto personas
que al estar estresadas siempre hacen el mismo gesto, ya sea sobarse la cabeza,
juntar sus manos, etc. y lo que están haciendo es programar una reacción emocional ante ese evento desagradable.
Cada vez que hagan ese gesto, de inmediato se desatan las reacciones químicas
en nuestro cuerpo que producen malestar y luego le pedimos a Dios que nos
ayude. (Suspiro)
Lo que puedes hacer a partir de este momento es “inventarte”
una marca corporal que jamás hayas usado. Por ejemplo juntar los dedos
meñique y pulgar cada vez que sientas o veas algo que te agrade mucho. Si lo
haces seguido, notarás con el tiempo que cada vez que lo realices sentirás como
si recorre electricidad por todo tu cuerpo de la emoción, cuando activas tu ancla
emocional.
Como todo en la vida, debes practicarlo a diario. No basta
con hacerlo hoy mientras lees esta información y ya. Debes insistir y persistir
con actividades que te apoyen en tu camino al éxito personal.
martes, 10 de enero de 2012
El significado emocional de las palabras
Por Ingeniero Gabriel Salazar4:58:00 p.m.Envidia, onomatopéyica, PNL, pobreza, repetir, significado
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Hace algunos años mientras esperaba el transporte público
para ir a la oficina de la empresa para la cual trabajaba, me encontré con un
vecino que me acompañó durante unos minutos. Me comentó algo muy interesante que había investigado y me propuso un juego que
al final producía unos resultados lingüísticos muy interesantes.
Este ejercicio me inspiró a buscar con mucho interés el significado de muchas palabras que hasta el momento había
pasado por alto. Por ejemplo la primera palabra que se me vino a la cabeza fue “TUTAINA”
que es el título de un famoso villancico cantado en diciembre por los niños y también por adultos para rezar la novena
de aguinaldos del niño Jesús o niño Dios como le llaman algunos.
Por esa época nos encontrábamos a fin de año y comencé a encuestar a todos los compañeros de
oficina, inicialmente. Alguna compañera me preguntó (una especie de crítica
antes de) si yo no dejaría que mis hijos vivieran la vida normal. Yo le
contesté que mis hijos vivirán y actuarán con conocimiento de las cosas, es decir que lo que hagan tendrán pleno conocimiento de su actuar. No como la mayoría que repiten y hacen las cosas solo
porque otro las dice o las hace.
Y pude observar con esta simple palabra “TUTAINA” que
mucha gente la repite pero en realidad no sabe su significado. La verdad tuve que buscar muchos días para encontrar
algo que me satisficiera, y lo más cercano fue que “TUTAINA” es una palabra onomatopéyica, es decir que la palabra
es un ruido que representa el objeto del que se está hablando.
El ejemplo más común de una palabra onomatopéyica es cuando le hablamos a un niño pequeño de “guau – guau”
en vez de decirle que es un perro. O de “miau” en vez de decirle gato. Según el
significado atribuido a “TUTAINA”
era el ruido que hace una pandereta al sonar. Bueno, te soy sincero, de toda la
basura que encontré, esa fue la única descripción que me convenció un 50%.
Pero lo más interesante
que encontré “accidentalmente” fue
el significado de la palabra familia.
Normalmente todos tenemos como sagrada
esta palabra, pero su significado
original se traduce como grupo o cuadrilla de esclavos que están a cargo del Pater Familius o Padre de Familia o
Padre de los esclavos. Esta palabra
fue inicialmente concebida para definir las primeras colonias de esclavos en Roma. Otro significado interesante que te dejo de
tarea es la palabra Libertad. Investiga
la etimología de la palabra y verás el interesante significado
de esta.
Bueno, investigando
esto del significado original de las palabras,
llegué a un descubrimiento más avanzado que no me esperaba y fue cuando
escuchaba la palabra familia, si has observado yo casi no
uso esa palabra en este blog. En su remplazo
utilizo la palabra parentela o parientes. Pero antes de conocer el significado original, esta palabra
no producía en mi rechazo, sino aceptación.
Y quizás para ti es algo positivo y produce emociones positivas en
este momento.
Aquí es donde entra el significado emocional
del lenguaje en los seres humanos. Por
ejemplo que ocurre cuando escuchas la palabra
dinero. ¿Qué sientes realmente
cuando escuchas esa palabra? La PNL o
Programación Neurolingüística nos dice que si repetimos una palabra muchas veces, nuestro sistema límbico, que es el encargado de traducir palabras en emociones
nos comienza a ayudar a sentir el significado de dicha palabra. Hasta allí todo está bien. Pero
¿qué ocurre si yo tengo un problema
con la palabra dinero?
¿Qué pasa si en mi cerebro hay un conflicto con ese tema?
Pues aparentemente y por lógica consecuencia, voy a generar malestar en mi
vida al repetir una frase tal como “el dinero
me llueve del cielo”. Es por esta razón que muchas personas a pesar de estar juiciosamente
haciendo afirmaciones durante mucho tiempo, su vida parece hundirse cada vez más.
Si quieres leer más información sobre como solucionar conflictos sobre este
tema, puedes leer aquí.
Personalmente he documentado casos de varias personas que
a pesar de no tener un lenguaje muy
pulcro, viven aparentemente una vida
de mayor bienestar que aquellos que se preocupan por mejorar sus vidas. En alguna
ocasión conocí el novio de una muy buena amiga mía. La primera impresión que
tuve de él y con el tiempo me di cuenta de que no me equivoqué, es de una
persona auto saboteada y con mucha lástima
por si mismo.
Este personaje tenía una teoría muy interesante
que se puede resumir en lo siguiente: esperar lo peor, para que cuando le
ocurra, no desilusionarse de la vida. Podemos pensar a simple vista que es un fracasado, pero lo interesante de este personaje es que le ocurren muchas cosas positivas en la vida o lo que podemos
llamar buena suerte, pero su punto de
vista negativo de la vida no le
permite disfrutar lo que le llega, pues su objetivo es sentir lástima por si mismo.
Aunque no lo creas, este personaje tiene un significado emocional positivo sobre
el sufrimiento y ese significado es
el que permite que su vida “avance”, aunque para después sabotearse y sentir
lástima por si mismo con la esperanza de que otros también se compadezcan de
él.
Otra cosa interesante que aprendí de todo del significado emocional de las palabras
es el cuidado que hay que tener con la crítica.
Y me preguntarás por qué hay que tener cuidado con la crítica. Pues muy simple
y seamos sinceros: normalmente no criticamos
para construir a alguien, sino para chingárselo o en otras palabras la crítica nuestra está basada en celos. Celos
porque el otro triunfa y yo permanezco jodido. Celos porque tiene más y yo no,
etc.
Las palabras
de crítica, especialmente van cargadas
con emoción. Y si has estudiado o
has tenido la oportunidad de leer sobre el tema del subconsciente, las emociones
fuertes son las que guardan
información en el hemisferio derecho para posteriormente ser ejecutadas y traídas
a mi realidad. De allí el sabio dicho: “aquello que criticas, en eso te
conviertes”.
Por eso siempre he dado este consejo en el Blog. No critiques a nada ni a nadie. Ocúpate solo
de ti y de tus emociones. El resto
ira cambiando poco a poco con tus cambios personales. Tú mereces vivir en
bienestar total. No gastes tu vida odiando y viviendo lo mismo de todos los
años. Muchos de nosotros vemos pasar días, semanas, luego meses, años y
finalmente décadas sin hacer nada y luego le reclamamos a la vida el por qué “nos
hizo sufrir”. ¿Dime si eso no es una actitud
pendeja?
Busca el significado
de lo que deseas vivir. Asegúrate que es lo que sientes al respecto y si no te
gusta cambia ese sentir por un sentir
positivo, pues en realidad nos queda
menos del tiempo que pensamos para vivir.